La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) confió hoy en que el nuevo Gobierno apueste por las empresas como las «verdaderas generadoras de riqueza y empleo, y por la productividad y la competividad». Un reto, afirmaron desde la patronal autonómico, para el que «pueden contar con el compromiso de los empresarios para que la economía crezca de manera sostenible».
Los empresarios también recordaron al nuevo Ejecutivo que a día de hoy «todavía existen gran cantidad de proyectos de inversión esperando y pendientes de las decisiones que se adopten en esta nueva etapa que se inicia».
Cecale se unió al comunicado remitido por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la pequeña y mediana empresa (Cepyme) y dio la bienvenida al nuevo Gobierno tras la sesión de investidura celebrada hoy en el Congreso de los Diputados.
«Los empresarios manifiestan su total colaboración con el nuevo Gobierno en la tarea de conseguir lo mejor para nuestro país, especialmente en una etapa en la que la interlocución con las instituciones, en el marco del diálogo social, será tan importante y necesaria», aseguraron.
Por su parte el Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla y León «espera y desea» que el nuevo Gobierno sea «sensible» a las peticiones y necesidades inmediatas de Castilla y León en materia de financiación, despoblación e infraestructuras, entre otras.
Las instituciones camerales de la Comunidad saludaron que España » salga del bloqueo» después de casi un año con un Ejecutivo en funciones y pidió al nuevo Gobierno de coalición «moderación» y que todas las decisiones se tomen desde el marco de «la legalidad, la lealtad hacia el Estado de Derecho, a la Constitución y a los valores que la misma representa, aportando al conjunto del país certidumbre, seguridad jurídica y estabilidad».
El consejero explica que «desde el sentido común, el diálogo y el respeto a todas las sensibilidades y poniendo por delante los intereses de España» se puede conseguir un necesario «marco de estabilidad tan importante en una economía social de mercado».
En este sentido, argumenta que «está demostrado que para inversores y empresas la incertidumbre es un factor negativo para la buena marcha de la economía, ya que el conjunto de la ciudadanía, las empresas e instituciones financieras, en términos generales, son aversos al riesgo».
«La deriva de esta situación hace que pueda verse afectado negativamente el consumo, se paralicen determinados proyectos de inversión, se contrae o encarece el crédito y se frena la contratación de trabajadores», advirtieron.