Contribuir a conformar un sistema alimentario fuerte y sostenible y avanzar en los retos de la Unión Europea en materia de sostenibilidad ambiental son los objetivos del convenio firmado esta mañana entre la Fundación Caja Rural Burgos y la Universidad de Burgos. Objetivos que ambas entidades llevarán a cabo mediante la realización de jornadas, talleres prácticos de innovación rural y sesiones de exposición de casos de éxito en producciones agroalimentarias, dirigidas a profesionales de explotaciones ganaderas y agrícolas de la provincia de Burgos.
La firma la plasmaron el director gerente de la Fundación Caja Rural de Burgos, Germán Martínez Arcos, y el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos. El primero de ellos apuntó que estas actividades se alinean con la estrategia europea denominada ‘De la granja a la mesa’ y recordó la relación histórica que mantiene su entidad con la UBU, con la que colabora en “múltiples campos como la promoción de los estudios de ingeniería agroalimentaria y del medio rural y con el master de ingeniería y gestión agrosostenible mediante becas para el inicio de estudios del grado”. También en bolsas de apoyo para aquellos alumnos en prácticas que las realizan en cooperativas y empresas socias de Cajaviva Caja Rural. Incluso se ha creado un premio para el mejor Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Master.
Las actividades, que serán desarrolladas por la Oficina Verde de la Universidad de Burgos, darán comienzo el día 9 de mayo con su presentación a profesionales en el Salón de Caja Viva, y se extenderán durante el mes de septiembre en diversas localidades de la provincia, entre ellas Aranda de Duero y Briviesca.
Manuel Pérez Mateos, tras agradecer esta colaboración que contará con una aportación económica de 3.000 euros, recordó que “hace ya más de 50 años que la comunidad científica viene alertándonos sobre las funestas consecuencias que sobre el clima y los ecosistemas acarrea el modelo productivo y el sistema de vida de las sociedades actuales”. “Pero seguimos como si nada sucediera”, alertó. En este sentido, consideró que la Universidad “tiene no solo la obligación de investigar estos efectos, si no también la responsabilidad añadida de ejercer un liderazgo para el cambio y de influir para que variemos nuestros actuales modelos de producción, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono, y nos encaminemos hacia otros de economía circular”.
Igualmente, el rector burgalés recordó que a partir del próximo 17 de mayo la UBU reunirá a todas las universidades españolas en las XXXII Jornadas de CRUE Sostenibilidad, sectorial que preside Pérez Mateos, para debatir sobre el cambio climático, bajo el título ‘Biodiversidad y clima: un desafío para la Universidad’.