Absuelta la sospechosa del juicio viral por el hurto de 0,75 euros

Absuelta la sospechosa del juicio viral por el hurto de 0,75 euros

25 mayo, 2018
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Actualizado: 25 mayo, 2018 11:41
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El juicio viral del presunto robo de unas plantillas de 75 céntimos en un comercio chino, que ha tenido una fuerte repercusión en las redes sociales, con cerca de 60.000 retuits, se ha cerrado con la absolución de la acusada.

Los protagonistas de la historia, el dueño de un establecimiento comercial, de nacionalidad china, su empleada, y la mujer acusada de robar unas plantillas de un valor de 0,75 euros, con vídeo incluido, saltaron a la fama gracias a Andrea, una usuaria y empleada del establecimiento que había narrado el rocambolesco caso en las redes sociales. 

Su hilo en la red Twitter se hizo viral en los últimos días cuando narró, porque se aburría, los hechos. Su jefe, contaba, «no era el típico chino cabrón, es más, es majísimo y super buena persona. Pero si le tocas los cojones mucho, pues le jode». Y eso es lo que parece que pasó el 16 de mayo, cuando una mujer que, según Andrea, robaba por sistema en la tienda, abrió unas plantillas, se metió las dos en el zapato derecho y escondió el envoltorio.

La jueza, en su sentencia, ha absuelto a la mujer porque pese a tener las plantillas en el zapato, no llegó a salir de la tienda. De hecho, la sentencia afirma que existe el principio de presunción de inocencia, por lo que la impide condenarla. El fiscal de Gijón pidió una condena de 25 días de multa a razón de 8 euros, junto con la imposición de las costas, ya que la mujer había acudido a la sala con dos abogados, mientras que el denunciante no recurrió a ningún letrado.

La acusada cogió unas plantillas, las sacó del envoltorio y se las probó, pero no llegó a salir de la tienda

Los hechos probados recogen cómo la mujer entró en el comercio chino, cogió unas plantillas, las sacó del envoltorio y se las probó. Sin embargo, añade la sentencia, no se ha acreditado que la mujer abandonara la tienda «apropiándose de las plantillas o que lo hubiera intentado», por lo que, manifiesta la jueza, el principio de presunción de inocencia impide condenarla.

La tuitera explicó toda su versión de los hechos, incluida las conversaciones surrealistas entre el comerciante y la denunciada, ahora absuelta. La mujer que hurtó los objetos no fue denunciada por el ciudadano chino, sino por la Policía que acudió a la llamada del propietario para explicar la rocambolesca situación.

“Mi jefe no es el típico chino cabrón, es más, es majísimo y buena persona. Pero si le tocas los cojones mucho, pues le jode”, ha explicado la empleada en un hilo de la red social Twitter que se ha convertido en viral. La mujer que se apropia de mercancía que no es suya es una cliente habitual: “Cada vez que viene, roba. Por sistema. Y esta vez, delante de mi jefe, abre unas plantillas, se mete las dos en el zapato derecho y esconde el envoltorio”, ha indicado.

Un chino que «si le tocas los cojones mucho, pues le jode»

“Mi jefe le dice que ‘qué hace’ y ella que nada. Le enseña el envoltorio y le dice: ¿y esto dónde está?”, ha continuado. “Eso digo yo, por qué tenéis eso vacío ahí”, ha respondido la mujer cazada ‘in fraganti’. “Al chino se le hinchan los huevos y dice que va a llamar a la policía, la china gurguta en su idioma algo y lo confirma: “señora, lo tengo grabado y voy a llamar a la policía”. “Eso, llama, llama si tienes valor”, responde la presunta delincuente. El propietario llama mientras la sospechosa le recrimina: “¿tú te crees que puedes llamar a la policía por… qué… un euro?”.

Poco tiempo después, la policía se presenta en el lugar y toma declaración a todos los presentes. El dueño del establecimiento indica a los agentes que la señora aún tiene las plantillas nuevas puestas. El agente comprueba in situ la versión: “Señora, ¿me deja ver su zapato?”, a lo que la mujer responde: “Estas son mías del año pasado”, mientras que el agente apunta: “Señora, estas plantillas están nuevas”, mientras la mujer se excusa: “Porque estos zapatos los pongo poco”. El dueño corrobora su versión mostrando las imágenes de la cámara de seguridad a los agentes, que comprueban como la mujer se pone las plantillas nuevas. “No, se ve como las pruebo, yo quiero unas de aloe vera”, espeta.

“El policía le pregunta a mi jefe si quiere interponer denuncia, y este le dice que no, que quiere que le pida perdón, y entonces la señora espeta: Si no me denuncia le voy a denunciar yo por acoso”. El agente le para los pies: “Se acabó. La denuncio yo de oficio por caradura”. Tras abrir diligencias, la mujer exige el teléfono a los dueños del local en actitud chulesca. “El policía que no tenga tanta cara encima que le roba pedirle un teléfono. Me lo pide a mí que le digo: si pa quedarme sin él. Se lo pide a una clienta. Llama al marido”, recoge la empleada.

Mientras la mujer aseguró que nunca se negó a pagar las plantillas, el comerciante denunció que era la quinta vez que robaba en la tienda y señaló que llamó a la policía porque ella se puso «de chulería».

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