Amnistía Internacional considera «indignante» construir canal en Nicaragua
Managua, 9 feb.- Amnistía Internacional (AI) consideró hoy «indignante» construir un canal interoceánico por Nicaragua, porque, a su juicio, el proyecto multimillonario «margina» a las comunidades locales.
«Es indignante que Nicaragua se proponga seguir adelante con un megaproyecto que destruirá la vida de muchas comunidades sin tener siquiera en cuenta su opinión», sostuvo la directora del Programa de Amnistía Internacional para América, Erika Guevara, en una declaración pública.
Para esa organización, «la manera irresponsable» en que Nicaragua está abordando el proyecto que partirá en dos el país, «provocará el desplazamiento de decenas de miles de personas al poner en peligro sus medios de subsistencia».
La concesionaria del canal interoceánico de Nicaragua es la firma china HKND Group, a la que el Estado le otorgó la concesión de construcción y administración del proyecto por 50 años, prorrogable por otros 50.
Según HKND Group, la ruta seleccionada para el canal asegura que no más de 6.800 familias (27.000 personas) sean reubicadas debido al proyecto del canal.
«Comerciar con los derechos humanos fundamentales de las personas por dinero no sólo es moralmente reprobable, sino también ilegal. Las autoridades nicaragüenses deben asegurarse de escuchar a los colectivos más afectados por la construcción del canal y tener en cuenta sus opiniones a la hora de tomar decisiones», sostuvo la directora de Amnistía en América.
Esa organización apuntó que dirigentes de tres comunidades indígenas y afrodescendientes afectadas del Territorio Rama y Kriol presentaron un recurso ante la máxima autoridad judicial por las afectaciones que les ocasionaría la construcción de ese canal.
Según Amnistía, el 52 % de la ruta del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, que atravesaría el país centroamericano de costa a costa para conectar el océano Pacífico con el mar Caribe, afectaría a las comunidades indígenas y afrodescendientes del Territorio Rama y Kriol, según el recurso presentado el 5 de febrero pasado.
Los proponentes sostienen que algunas de las comunidades que viven en la zona donde está prevista la construcción del canal se han quejado de que no han sido debidamente consultadas por las autoridades sobre las consecuencias de ese proyecto para sus medios de vida.
En el recurso, dirigentes de las comunidades indígenas y afrodescendientes del Territorio Rama y Kriol aseguran que las autoridades estatales han presionado a las comunidades para que den su consentimiento al proyecto.
A pesar de las peticiones de información que han hecho, hasta la fecha no han sido informadas con detalle sobre los efectos del canal en sus medios de vida, su territorio y su cultura, según Amnistía.
El diseño más reciente muestra que el proyecto del canal consiste en una vía húmeda de 276 kilómetros de longitud, de 230 metros a 280 metros de anchura, con ampliados segmentos de cruce y 30 metros de profundidad, así como dos puertos, un aeropuerto, dos lagos artificiales, dos esclusas, un área de libre comercio y complejos turísticos, entre otros.
El canal entraría en operación, según los cálculos de la compañía, cinco años después del inicio de las obras más importantes, es decir, la excavación del canal y la construcción de la esclusa oeste, que está previsto iniciar a finales de 2016.
El coste del proyecto es de unos 50.000 millones de dólares, según HKND Group.
Nicaragua espera que su construcción cree unos 50.000 empleo y duplique el producto interno bruto (PIB) nacional.EFE