Armisén defiende una economía circular que abandone el modelo de «usar y tirar»

La presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León, Ángeles Armisén, defendió que ha llegado el momento de abandonar el modelo de «producir, usar y tirar» y abanderar una economía circular basada en el rechazo cero, con el fin de dejar la dependencia de de los recursos no renovables. Afirmó que se está ante una «nueva forma de entender cómo generar el valor económico, de una manera ambiental y social más responsable en una economía más resiliente y competitiva».

Durante su intervención en la Jornada de Economía Circular, Reconstrucción y Entidades Locales celebrada en Valladolid, Armisén apuntó que se puede llegar a pensar que la economía circular es una alternativa al modelo actual de producción y consumo, pero «no es así, dado que es la única alternativa para el futuro del planeta y para el modelo productivo, sin capacidad de elegir».

Este nuevo modelo «abre nuevas oportunidades de negocio y crecimiento económico, así como de opciones laborales. La adopción e implementación de este modelo de economía va a proporcionar beneficios, tanto económicos como sociales, pero también una sostenibilidad, la cual tiene que redundar en los ciudadanos para mejorar la calidad de vida de la persona», subrayó.

Destacó «el papel esencial» de las entidades locales, al ser las que «vertebran el territorio y, fundamentalmente, los servicios públicos». Todo ello en entidades, tanto urbanas como rurales, en un momento en el que esa diferencia entre ambos mundos se ha acrecentado, pero «nunca han sido antagónicos, sino compatibles y complementarios», aseguró la también presidenta de la Diputación de Palencia.

Entre las competencias locales se localiza la gestión de políticas para un desarrollo local sostenible, lo cual «afecta transversalmente a todas las competencias municipales». En un conjunto «deben perseguir reducir la presión sobre el medioambiente y los recursos naturales y mejorar la calidad del aire, el agua y del suelo, en un camino hacia el residuo cero».

Armisén puntualizó que, económicamente, se abren nuevas oportunidades, pero para no quedarse atrás, las administraciones locales necesitan verse acompañadas en dos aspectos para los nuevos modelos de gestión de los servicios públicos. Se refirió a «una mejora de la formación para conocer más y mejor el nuevo modelo, centrado en los residuos, y contar con recursos económicos para adoptar esos nuevos modelos, que están vinculados a la sostenibilidad, a la digitalización, sin duda, al residuo cero».

En ese sentido, solicitó una normativa adecuada con periodos transitorios que «no tengan que ver solo con el incremento de impuestos a la gestión de residuos, dado que debe de existir la posibilidad de tener un margen de adaptación en los modelos de gestión para esa transformación de la economía lineal a la circular».

Comentó que, en el caso del Consorcio de Residuos de Palencia, consiguieron cambiar el modelo de gestión del Centro de Tratamiento, al apostar por las nuevas directivas europeas y por el rechazo cero. «Aquí hay que predicar con el ejemplo y ser pioneros en este sentido. Un principio por el modelo de economía circular por el que siempre he apostado para la provincia de Palencia y que traslado a la Federación Regional de Municipios y Provincias».

Y es que, «sin la administración local no se va a transformar la economía, ya que se transforma de abajo a arriba». «Por muchos que los responsables públicos queramos, desde la norma general, cambiar el comportamiento de las personas, sabemos que no es así. Los pequeños hábitos son los que transforman y consolidan las revoluciones sociales». Todo ello vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y a los grandes retos, sentenció Armisén.