El atentado contra el Dortmund fue para ganar dinero en la Bolsa

El atentado contra el Dortmund fue para ganar dinero en la Bolsa

21 abril, 2017
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Actualizado: 21 abril, 2017 20:08
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La detención del presunto autor atentado de Dortmund, un ciudadano germanoruso de 28 años de edad y llamado Sergej W, apunta a un trasfondo económico, y no político ni de terrorismo yohadista, que tenia como objetivo hacer caer la Bolsa y ganar dinero con ello.Las autoridades alemanas descartaron hoy la pista yihadista en el atentado contra el autobús del equipo de fútbol BorussiaDortmund al detener a un ciudadano germano-ruso que presuntamente perpetró el ataque para hacer caer en la bolsa las acciones del club y obtener un beneficio económico.

Según informó esta mañana la Fiscalía federal alemana, el sospechoso, Sergej W., de 28 años, adquirió hasta el 11 de abril, el mismo día del atentado, 15.000 opciones o derechos de venta de acciones del Dortmund, que pagó con un crédito de varias decenas de miles de euros que había solicitado una semana antes.

Con el atentado contra el equipo, que viajaba en el autobús al estadio para jugar un partido de la Liga de Campeones, el detenido pretendía provocar un desplome de las acciones y lucrarse así con la venta de los títulos al precio establecido al adquirir los derechos de venta de los mismos.

El detenido está acusado de intento de asesinato, de detonar material explosivo y de provocar lesiones físicas graves con su ataque, en el que resultaron heridos el jugador español Marc Bartra y un policía que escoltaba en autobús.

El objetivo del autor, un ciudadano germano ruso, del atentado era hacer caer las acciones del Dortmund en la Bolsa de Fráncfort porque había comprar acciones a corto, es decir, con posiciones bajistas

El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, calificó de «forma repulsiva de codicia» el hecho de que «alguien pretendiera enriquecerse, si las acusaciones se confirman, matando a gente para influir en las cotizaciones en bolsa».

Tras subrayar que el ataque que «cumple totalmente con la definición de asesinato», según el código penal, calificó la detención del sospechoso de «gran éxito» y señaló que «las pruebas están ampliamente fundamentadas» y «las sospecha son enormes».

El ministro recalcó la «forma especialmente pérfida» con la que el sospechoso jugó con «el miedo de la población», al dejar pistas falsas junto a los tres artefactos explosivos que estallaron al paso del autobús.

En el lugar de los hechos se hallaron tres textos idénticos -en los que no se encontraron huellas dactilares- en lo que se pedía la retirada de Alemania de la misión internacional en Siria y se apuntaba a una motivación islamista, aunque numerosos expertos dudaron de ello desde un principio, ya que concordaba con el proceder habitual de los yihadistas.

Las primeras sospechas apuntaron a los yihadistas

Después de un día después del ataque fuera detenido un iraquí de 26 años que presuntamente había pertenecido al Estado Islámico (EI) en su país en 2014, pero del que no se encontraron vínculos directos con atentado, el Dortmund expresó hoy su esperanza de que este nueva arresto lleve a un «rápido esclarecimiento» del «miserable atentado».

En un comunicado difundido por el club, el capitán del Dortmund, Marcel Schmelzer, confió en que se conozcan «los verdaderos motivos» del ataque, algo que «contribuirían notablemente a asimilar lo ocurrido».

En la misma línea, el ministro del Interior reconoció que «vivir en la incertidumbre siempre es más difícil que tener una certeza en este tipo de situaciones», aunque subrayó también que «un intento de asesinato es un intento de asesinato y eso es lo que tienen que procesar».

La Fiscalía continúa las investigaciones para esclarecer el tipo de material explosivo utilizado en el ataque, después de que el diario «Die Welt» informara de que alguno de los componentes podían procedían de un almacén del Ejército alemán.

Actuó en solitario

Según los investigadores, no existen indicios que apunten a que el presunto autor del atentado contara con cómplices.

La detención se produjo en la región de Tubinga, en el estado federado de Baden-Württemberg, en el sur de Alemania, después de una semana vigilando al sospechoso.

Según el semanario «Der Spiegel», las autoridades recibieron un aviso desde círculos financieros y una denuncia desde una entidad bancaria por posible lavado de dinero.

La Fiscalía comprobó que la adquisición de las denominadas «opciones put» se llevó a cabo desde una dirección IP del hotel L’Arrivée, donde se encontraba alojado el Dortmund y también el detenido.

Al parecer, el hombre llevaba instalado desde el 9 de abril en una habitación del hotel en la última planta, con vistas al lugar donde posteriormente tuvo lugar el atentado y desde donde presuntamente detonó los artefactos que había colocado en la calle.

El hombre había hecho con antelación dos reservas en el hotel, para la fecha del partido de ida y del de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, al no saber todavía cuál de ellos se disputaría en la ciudad alemana.

Una mala estrategia

Sergej W., que apostó contra las acciones del Borussia Dortmund, no hubiera ganado de ninguna forma los millones de euros que quería porque su agente de bolsa ya había informado a la Policía.

Las acciones del equipo de fútbol Borussia Dortmund (BVB), que el 11 de abril sufrió un ataque contra uno de sus autobuses supuestamente de un ciudadano germanoruso que apostó contra ellas para obtener un elevado beneficio, subieron este viernes un 2,5 %, hasta 5,49 euros.

El BVB bajó el jueves un 3 % después de su eliminación de la Liga de Campeones.

El 12 de abril, un día después de ataque, las acciones del BVB subieron un 1,75 % (5,7 euros).

Sergej W. quería, según la Fiscalía, provocar con el ataque una fuerte caída de las acciones del BVB, algo que hubiera podido ocurrir si un jugador hubiera resultado gravemente herido o, incluso, hubiera muerto.

Medios alemanes informan de que es poco probable que Sergej W. hubiera ganado los millones de euros que deseaba, incluso si le hubiera salido bien la manipulación, porque su «broker» ya había informado a la Policía.

El delito de manipulación de la cotización en el mercado está penalizado en Alemania con hasta cinco años de cárcel.

Las autoridades alemanas de supervisión financiera (Bafin) investigan anualmente unos 600 casos de movimientos y transacciones sospechosas en el mercado.

Los datos de la negociación se registran y el comprador o vendedor debe tener una identificación, por lo que la Bafin puede averiguar de quién se trata.

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