Un ayuntamiento catalán prohíbe la entrada al Rey Felipe VI

Un ayuntamiento catalán prohíbe la entrada al Rey Felipe VI

12 febrero, 2016
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Actualizado: 12 febrero, 2016 0:00
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El Ayuntamiento de Arenys de Munt siguió anoche los pasos de Breda y declaró persona no grata a Felipe VI. La localidad del Maresme se convierte en la segunda población catalana que reprueba al Rey en menos de un mes.

La proposición define al monarca como «la máxima figura institucional de un Estado que impide el libre ejercicio del derecho a decidir del pueblo de Cataluña» y le reprocha «falta de respeto institucional» hacia la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, «negándose a recibirla en audiencia pública para que le fuese comunicado el nombramiento del nuevo presidente de la Generalitat».

El texto -idéntico al que se refrendó en Breda en enero- recrimina lo que califica como «postura no neutral» del Rey hacia el proceso independentista, «ya que, ‘a priori’, se le debería de presuposer una neutralidad institucional que sí han adoptado otras monarquías, como la británica en el conflicto entre Escocia y el Reino Unido».

También, acusa a los Borbones desde que instauraron su dinastía en España en el siglo XVIII con Felipe V (al que la moción tilda de «genocida») de cometer un «intento continuado de destruir al pueblo catalán» y perpetrar un «intento de genocidio cultural, especialmente contra nuestro idioma».

A diferencia de lo ocurrido en el municipio gerundense, donde fue Esquerra Republicana quien lo presentó, el acuerdo no se aprobó ayer por unanimidad de los concejales de Arenys de Munt.

El pronunciamiento contra Felipe VI lo secundaron los cinco concejales de ERC -que ostenta la Alcaldía- y los dos representantes que registraron la declaración y que se reivindican como la «CUP auténtica» tras ser repudiados por el partido; la edil oficialista de los anticapitalistas y los tres miembros de CiU se abstuvieron, mientras que cada uno de los regidores de PSC y PP se opusieron.

Aun compartiendo el mismo credo contra la realeza, el debate sobre la proposición puso de manifiesto los dos bandos en que la CUP local se ha fragmentado en Arenys de Munt, un municipio que el partido independentista gobernó durante algo más de dos años en el pasado mandato y que es una villa fetiche para el soberanismo, al ser la primera que organizó una consulta simbólica sobre la secesión.

Precisamente, quien formuló recusar anoche la figura del Rey fue Josep Manel Ximenis, impulsor del referendo popular sobre la independencia en 2009, ex alcalde de la CUP y excluido de esas siglas el pasado verano, aunque él y la concejal que le acompaña siguen definiéndose como los miembros verdaderos de la formación dentro del Consistorio.

Probablemente la división interna de los ‘cuperos’ y las desavenencias con Ximenis (fue apeado de la Alcaldía en 2013 con una moción de censura que sellaron ERC, CiU y PSC) impidieron que la declaración cosechara más apoyos ni que los partidarios del Estado catalán le dieran mayor relevancia.

El alcalde, el republicano Joan Rabasseda, enmarcó la moción en otras votaciones «que han tenido trascendencia» en el Ayuntamiento y catalogó al pueblo como «claramente independentista». Aunque respaldó la propuesta de su antecesor en el cargo, el alcalde también señaló que «en 2012 ya quedó claro que es una villa antimonárquica» y consideró que el debate estaba «ya superado» en Arenys.

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