Azucarera invirtió en la mejora de sus fábricas 9,4 millones en 2020

La compañía Azucarera informó hoy de que invirtió más de 9,4 millones de euros durante la campaña pasada en sostenibilidad y mejora de sus fábricas, una cifra que se eleva a 87,5 millones durante los últimos siete años. El dato se recoge, según indicaron desde la marca, en la Memoria de Sostenibilidad de la compañía correspondiente al ejercicio 2019/2020.

El informe recoge el alcance de la actividad de esta marca, que se extiende más allá de actividad azucarera, como la producción de materias primas para alimentación y el bienestar animal (piensos, melazas, prebióticos) así como otros ingredientes e insumos destinados a otras industrias (química, farmacéutica, de fermentación) o mercados (abonos, fertilizantes ecológicos y productos para jardinería). A ello se añade la producción propia de energía en el proceso productivo, cuyo excedente es vendido a la red.

El informe destaca asimismo las diferentes herramientas y servicios para impulsar rentabilidad y rendimientos en el cultivo, como Agroteo en agricultura de precisión con el uso del Big Data y los sistemas de teledetección, las acciones realizadas por AIMCRA para el fomento del riego solar, el control de enfermedades de la remolacha o el asesoramiento energético gratuito, entre otras acciones.

Azucarera también apunta a sus «esfuerzos» en mejorar los planes de prevención de riesgos laborales y las condiciones de trabajo, continuar impulsando sus planes de igualdad y diversidad –en la actualidad el 23 por ciento de la plantilla la componen mujeres, un dos por ciento más que en el ejercicio anterior–, y seguir dando oportunidades a jóvenes locales en sus prácticas de formación en la compañía.

La industria recuerda asimismo su donación de azúcar –más de 40.000 kilogramos– «en un año muy complicado para los bancos de alimentos y los comedores sociales locales». Además, en materia de impacto económico en las comunidades en donde opera, durante el ejercicio Azucarera realizó el 97 por ciento de los pedidos a proveedores locales.

Azucarera tiene también como objetivos consumir menos agua en las fábricas –en la campaña 19/20 se redujo un 7,6 por ciento–; ayudar a los agricultores a que sean más eficientes optimizando el riego en sus parcelas, evitando consumos y costes innecesarios; la no generación de residuos; continuar avanzando en la eliminación total del plástico no reciclable -en la actualidad el 99 por ciento del que usa ya lo es-; y reducir las emisiones de CO2 en el proceso de extracción del azúcar de la remolacha.

A todo ello se une el trabajo realizado por los investigadores del Centro de I+D de Toro quienes, junto con centros tecnológicos locales y en muchos casos con los clientes, desarrollan proyectos de innovación para conseguir la máxima utilización de los coproductos derivados de la remolacha. Así, a lo largo de los años, la compañía ha ampliado el número de productos y aplicaciones específicas para alimentación animal y vegetal con Betalia, Prebionat y Fibractive.

El consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero, afirmó que “solo actuando de manera responsable, con la innovación como herramienta clave en cada una de nuestras operaciones, y siempre basándonos en los principios de sostenibilidad y economía circular, podemos optimizar el funcionamiento de la cadena de valor».

«Mediante esta gestión comprometida con el medioambiente y las personas, favorecemos el estímulo económico, promovemos el desarrollo rural y contribuimos al dinamismo económico de las comunidades donde estamos presentes”, dijo.