El Banco de España prevé una caída del PIB y aumenta el riesgo de recesión

El Banco de España prevé una caída del PIB y aumenta el riesgo de recesión

13 junio, 2017
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Actualizado: 13 junio, 2017 11:36
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El Banco de España cree que este año el PIB crecerá al 3,1%, pero para 2018 la subida será del 2,5%, es decir, una caída de seis décimas, y al 2,2% en 2019, nueve décimas menos. Al mismo tiempo se incrementan las probabilidades de una recesión al 60% en los próximos 18 meses.

EE UU y China están en el foco de los inversores y analistas, como Steen Jakobsen, jefe de inversiones de Saxo Bank. A su juicio, la entrada en recesión se producirá por China, cuyo peso en el mercado del nuevo crédito alcanza el 50%. Este experto apunta que el crédito continuará cayendo en la región asiática, como está ocurriendo por primera vez desde la crisis de 2008, y por tanto provocará la entrada en recesión. China es el principal termómetro de esta magnitud macroeconómica y desde hace ya tres meses está en un punto muerto.

Los riesgos en torno a estas predicciones del Banco de España se orientan a la baja. No obstante, señala algunos factores como, en el comercio exterior, un eventual aumento del proteccionismo comercial, un hipotético endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales y la incertidumbre asociada al proceso de salida del Reino Unido de la UE.

En el ámbito interno, apuntan, «subsisten algunas incertidumbres» acerca del curso de las políticas económicas y la mejora de las perspectivas «requiere profundizar en la aplicación de reformas estructurales».

Las previsiones del Gobierno sitúan el crecimiento económico en el 2,7% para este año, por debajo de las proyecciones de la mayoría de organismos, y en el 2,5% en 2018. El Banco de España sustenta la revisión de sus previsiones en la mejora de las perspectivas de los mercados mundiales, los niveles más reducidos de los precios del petróleo y los menores tipos de interés.

Así, ve una prolongación de la fase de expansión de la economía española en el periodo 2017-2019 apoyada en tres factores: las ganancias de competitividad acumuladas desde el inicio de la crisis, el menor endeudamiento del sector privado y la persistencia de esas condiciones financieras favorables.

En cuanto al peso de cada uno de los componentes del PIB, señala que el crecimiento continuará sustentándose en la demanda nacional que, no obstante, continuará desacelerándose mientras la demanda exterior seguirá sumando.

El ritmo de crecimiento del consumo de los hogares experimentará una moderación progresiva por un menor dinamismo de las rentas reales «en un contexto de niveles de inflación más elevados (…) y de ausencia de rebajas impositivas», apunta. En cuanto al empleo, prevé que la tasa de paro se sitúe en el 16,5% este año y baje al 14,7% en 2018 y al 13,2% en 2019.

«El empleo mantendrá ritmos de crecimiento elevados, aunque cada vez menores a lo largo del horizonte de proyección, en consonancia con la previsión de una cierta suavización del ritmo de avance del producto y de unas tasas de crecimiento muy modestas de la productividad aparente», señala el organismo. En cuanto a la inflación, y tras el intenso repunte del índice de precios de consumo (IPC) a principios de 2017, se proyecta una ralentización en el resto del año que dejará la media en el 2% para moderarse al 1,3% en 2018 y al 1,6% en 2019.

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