Báñez estudia rebajar o eliminar bonificaciones en las cotizaciones sociales
La grave situación financiera que atraviesa la Seguridad Social pone en apuros al Gobierno, que busca ahora mayores ingresos por la vía de la reducción o eliminación de bonificaciones en las cotizaciones sociales. El montante que deja de ingresar el Gobierno es de 3.000 millones.La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha asegurado que quiere transformar las reducciones de las cotizaciones sociales en bonificaciones y «revisar» éstas últimas para ver su efectividad en la creación de empleo. Un globo sonda muy serio en un momento en el que se debate si habrá que emitir deuda para poder pagar las pensiones, más cuando los Presupuestos están abocados a prorrogarse, si no hay acuerdo entre PP y PSOE para sacar adelante la ley más importante del año.
La ministra ha explicado que este asunto, que está sobre la mesa del diálogo social, forma parte de las soluciones planteadas en la Comisión del Pacto de Toledo. En este sentido, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, ha cuantificado en más de 3.000 millones de euros anuales la cuantía que destina la Seguridad Social a reducciones y bonificaciones.
«En una crisis de estas características y ante la imposibilidad de financiar con recursos púbicos determinadas políticas de activación del empleo, la Seguridad Social ha estado ahí», ha subrayado Burgos, quien ha abogado por que el sistema se desprenda de estas aportaciones «progresivamente y con acuerdo».
Las bonificaciones «no conducen a nada», según el CES
También en este sentido, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, ha dicho que hay que depurar el sistema de la Seguridad Social, en el que «no cabe ningún tipo de bonificación» porque «no conducen a nada».
La ministra ha insistido en avanzar hacia el envejecimiento activo, es decir, compatibilizar la vida laboral con el cobro de una pensión de jubilación, así como hacer «un análisis honesto» para ver cómo contribuye cada ciudadano a cada uno de los regímenes del sistema de la Seguridad Social, porque cada uno de ellos «debería ser financiable«.
En este acto, en el que se ha recordado al fallecido exministro de Trabajo socialista Luis Martínez Noval por su contribución al actual sistema de pensiones, la ministra ha señalado que «algunos, cada vez que el sistema esta en déficit -y no es la primera vez-, hacen grandes amenazas y ven la botella medio vacía«.
Ha considerado que la creación del Fondo de Reserva fue una buena decisión, porque es «un instrumento, no un fin, que está para pagar pensiones en momentos de dificultad«, por lo que ha justificado su utilización en la primera parte de la crisis.
En este sentido, ha señalado que, además de para pagar las pensiones, el Fondo de Reserva tuvo un efecto sobre «la confianza país, porque sus activos se pusieron en deuda pública española, cuando nadie creía en nuestro país».
«La garantía -de las pensiones- es el empleo y la productividad siempre», pero en los momentos de déficit también lo es el Estado, ha dicho la ministra, quien ha recordado que «no es la primera vez que se recurre a deuda pública y a créditos para pagar las pensiones».
«Esas etapas se superaron y las vamos a superar también ahora«, ha dicho la ministra, que ha intervenido en el acto después del expresidente del Gobierno Felipe González, quien ha constatado que, efectivamente, el Fondo de Reserva estaba previsto para esto.
No obstante, González ha indicado al Gobierno que «hay que prever lo que hay que prever después», es decir, «si de nuevo se va a reformar eso que llaman Hucha de las Pensiones para posibles accidentes», algo que, a su juicio, «en el futuro inmediato no se ve».