BBVA pronostica una destrucción de 27.000 empleos en dos años

BBVA pronostica una destrucción de 27.000 empleos en dos años

El PIB caerá un 10,6 por ciento en 2020 y recuperará un 6 en 2021
22 septiembre, 2020
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Actualizado: 22 septiembre, 2020 17:14
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Castilla y León cerrará 2020 con una caída del 10,6 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) y una destrucción de 27.500 empleos en dos años, según la nueva edición del informe ‘Situación Castilla y León’ de BBVA Research, presentado este martes que prevé una recuperación asimétrica y que no se volverá a la actividad de finales de 2019 hasta 2022 o 2023.

En la presentación del inforne, el economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, Miguel Cardoso, y la directora de la Territorial Noroeste de BBVA, Yolanda Martínez-Bajo, manifestaron que es “difícil” hacer previsiones ya que la recuperación está vinculada a la evolución de la pandemia y al control de esta segunda ola de rebrotes.

Cardoso valoró que las políticas públicas tanto del Gobierno como de la Junta de Castilla y León han mitigado e impedido una mayor destrucción de empleo con medidas, entre otras, como los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y afirmó que las perspectivas pueden ser más favorables si llega la vacuna en los próximos meses y hay consenso sobre los fondos europeos, aunque remarcó que los rebrotes pueden deteriorar esa expectativa.

No obstante, el experto anticipó una recuperación asimétrica dado que el impacto en las personas, territorios y sectores ha sido heterogéneo y estimó un crecimiento del PIB del 6 por ciento en 2021, pero que estaría aun por debajo en un 3,5 por ciento del que había en 2019, antes de la crisis sanitaria.

Conforme al gasto de las tarjetas de crédito, detalló que en el mes de febrero era alza de dos dígitos en todas las provincias de Castilla y León, excepto en Zamora, mientras que en la primer quincena de abril, en el momento de estado de alarma y las restricciones más fuertes, el PIB de la Comunidad habría entre un 50 y 60 por ciento.

Por sectores, el mayor impacto por las medidas de restricciones sociales ha sido para ocio, viajes y restauración, si bien el experto precisó que, en el caso de los viajes, ya se observó un descenso en el mes de febrero ante la incertidumbre del covid que ya sufrían algunos países.

En el otro extremo, el efecto restrictivo impactó menos en la salud (más gasto), alimentación (más consumo en casa y menos fuera) y en otros servicios, como la logística. El gasto en alimentación se mantiene y es y ha sido un apoyo de la economía, apostilló el experto.

Cardoso manifestó que en el primer momento del confinamiento general el sector exterior tuvo un gran impacto por el hundimiento de las exportaciones, como en el caso del automóvil, uno de los ejes de la economía de Castilla y León y afirmó que su evolución es “una incógnita”.

Respecto de la recuperación, en función de lo observado en la desescalada por el gasto de tarjetas de crédito, que se ha visto una aceleración del mismo en los meses de julio y agosto, explicó que en el tercer trimestre se puede alcanzar un 10 por ciento trimestre a trimestre. Según este informe, el gasto en la entrada en la denominada nueva normalidad ha crecido más en Castilla y León que en España.

El experto trazó una comparativa entre la crisis de 2008-2009 y esta y destacó que en la primera el mayor impacto estuvo en el sector de la construcción y en ésta última es en hostelería y restauración y servicios en los que no se puede teletrabajar, mientra que en industria y agricultura, con peso en la Comunidad, ha sido menor.

Sobre el impacto en la destrucción de empleo, detalló que en 2008 fue mayor en varones (-4,5 por ciento) que en mujeres (-1,3 por cientos), mientras que en esta emergencia sanitaria creada por el covid es similar, en mujeres (-1,6 por ciento) y en varones (-1,5 por ciento). Sin embargo, expresó la preocupación por el elevado nivel de temporalidad existente en la Comunidad, en particular en Ávila y Zamora.

Como conclusión, manifestó que “lo importante” es que los rebrotes tengan un menor impacto negativo y se controlen para no tener que tomar medidas restrictivas de la capacidad de producción, como ocurrió en los meses de marzo y abril. El fondo de recuperación europeo es una “oportunidad histórica”, unido a los avances científicos hacia la vacuna, que pueden acelerar las perspectivas de recuperación, indicó Cardoso, aunque sin olvidar el riesgo de aumento de contagios.

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