Bernard Tapie y el presidente de Orange, a juicio por el arbitraje en Adidas

El empresario Bernard Tapie y el presidente de Orange, Stéphane Richard, junto a otros imputados, se sentarán en el banquillo en un caso en el que ya fue condenada la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. 

Por este caso fue condenada la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, debido a la negligencia. No obstante, pese a su condena mantiene el cargo en el organismo.

La Fiscalía francesa había solicitado su envío a juicio el pasado marzo por estafa en banda organizada con la intención de que Tapie responda también por «malversación de fondos públicos» y los cinco restantes por «complicidad» en ese delito.

La instrucción se ha prolongado más de cinco años y sentará en el banquillo además a su abogado, Maurice Lantourne; Stéphane Richard, actualmente presidente de Orange y entonces jefe de Gabinete de la ministra de Economía, Christine Lagarde -ya condenada por negligencia-; y uno de los tres árbitros que lanzaron la sentencia, Pierre Estoup, según ha publicado «Le Monde».

Irán también al tribunal Jean François Rocchi y Bernard Scemama, los entonces presidentes de CDR y EPFR, las dos entidades encargadas de gestionar los activos de Crédit Lyonnais, que fue privatizado.

Este asunto se remonta a los años 90, cuando la Justicia requisó Adidas a Tapie y atribuyó posteriormente esa marca deportiva al entonces banco público Crédit Lyonnais, que la revendió por un precio netamente superior. Tapie exigió una indemnización por considerar que había sufrido un perjuicio económico y moral en esa operación.

En 2007, Lagarde decretó un arbitraje privado en lugar de recurrir a la justicia ordinaria para solucionar un contencioso que se había arrastrado durante décadas.  La Corte de Justicia de la República ya condenó por negligencia a la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado diciembre por haber tomado esa decisión, pero los jueces la dispensaron de pena.

Por su parte, Tapie, antiguo presidente del Olympique de Marsella, fue condenado en mayo por la Corte de Casación (última instancia de apelación) a reembolsar al Estado francés los 404 millones.