Las bicicletas tambiƩn son para el invierno
Ignacio Ortega
Moscú, 9 ene.- ¿Quién dijo que las bicicletas eran solo para el verano? Que se lo pregunten a los miles de moscovitas que participaron hoy en la primera marcha cicloturista invernal a 15 grados bajo cero.
Ā«Llevo mĆ”s de 60 aƱos pedaleando en invierno. Mientras pedaleas no sientes el frĆoĀ», aseguró a Efe Guennadi Suzdal, de 80 aƱos, que construyó con sus propias manos un triciclo en el que puede reclinarse cómodamente sobre el asiento.
La incesante nieve, el asfalto resbaladizo y el viento gélido no impidieron que los ciclistas recorrieran en apenas dos horas los 14 kilómetros de marcha, que comenzó y terminó frente al parque Gorki y tuvo como ecuador el Kremlin.
El objetivo de la iniciativa -que fue respaldada por el Ayuntamiento, que cerró las calles aledañas y retiró la nieve del circuito- era promover el deporte y el uso de carriles bici en una ciudad famosa por sus interminables atascos.
«He venido con mis nietos. Debemos dar ejemplo y promover la vida sana o nuestros hijos caerÔn en vicios, como las drogas y el alcohol. Necesitamos mÔs carriles bici», señaló Valeria, una mujer de 50 años, al lomo de una bicicleta de paseo.
Con un Ônimo impropio de las bajas temperaturas invernales, los cicloturistas fueron llegando al punto de encuentro pedaleando, algunos desde sus casas, otros desde la parada de metro o trolebús.
Los menos llegaron en coche, pero en lo que todos coincidĆan era en ir bien equipados para soportar el frĆo, sea con ropa deportiva, guantes, gafas, rodilleras y calzones tĆ©rmicos, con anoraks o, excepcionalmente, abrigos de piel.
Muchos habĆan organizado grupos en sus barrios a travĆ©s de las redes sociales con el fin de encontrar el camino mĆ”s corto, compartir consejos sobre la vestimenta y evitar accidentes, ya que los coches suelen respetar menos a los ciclistas solitarios.
«No he venido a competir, sino a demostrar a mi familia que soy capaz de andar en bicicleta bajo la nieve», comentó Nina, que iba vestida como si hubiera salido a pasear al perro.
No faltaban los ciclistas vestidos como Ded Moroz (el Abuelo FrĆo, versión rusa de PapĆ” Noel), las que llevaban cestas como Caperucita Roja y otros con caretas de superhĆ©roes y gorros de todas las formas y colores.
Ā«Me he entrenado durante mĆ”s de un mes para este dĆa. Es la primera vez que monto en bicicleta en invierno y me ha gustado tanto como en veranoĀ», seƱaló una deportiva Zhanna, de 28 aƱos.
Un pequeƱo tentempiƩ, en forma de sandwich, tƩ caliente o chocolate en un termo fue todo lo que necesitaron los ciclistas para entrar en calor antes de comenzar la marcha, aunque los organizadores animaron insistentemente a los participantes a calentar y hacer gimnasia.
Debido a las bajas temperaturas, que rondaban entre los 12 y 15 grados bajo cero, la organización fue muy puntual al dar el pistoletazo de salida al mediodĆa hora local (08.00 GMT).
Aunque el frĆo animaba a correr, los ciclistas se lo tomaron con calma ya la organización habĆa establecido unas reglas muy estrictas para evitar accidentes, lo que fue aceptado de buen grado por todos.
Circular solo por la calzada, prohibido adelantar, una velocidad media de menos de 15 kilómetros por hora, no hacer movimientos bruscos, retirarse a la acera en caso de averĆa, no consumir bebidas alcohólicas y mantener la distancia de seguridad.
Ā«!Ćste es un desfile, no una carrera!. Ā”Disfrutad del paseo!Ā», insistieron los organizadores, que destacaron que el invierno Ā«no debe ser un obstĆ”culo para montar en bicicletaĀ», por lo que llamaron a las autoridades a limpiar mejor las calles en invierno.
Con el congelado rĆo Moskova como testigo, las bicicletas -de carrera, de montaƱa, plegables, con ruedas de moto y tĆ”ndem- no eran las Ćŗnicas estrellas, ya que hubo hueco para triciclos, vehĆculos de cuatro ruedas y patinetes de diferentes tamaƱos.
Dos niƱos de unos 10 aƱos, Ćgor y Nikita, conducĆan un pequeƱo coche con tracción a las cuatro ruedas fabricado por el padre del primero.
Ā«Yo no pedaleo ya que mi Ćŗnico motor son mis piernasĀ», seƱaló ValentĆn, de 47 aƱos, a bordo de un patinete retocado con una rueda delantera de bicicleta de montaƱa.
No faltaron los ciclistas-equilibristas, que mĆ”s parecĆan artistas de circo, montados sobre una sola rueda, algunas de ellas propulsadas por electricidad, que despertaron la admiración de participantes y asistentes.
Y es que tambiĆ©n hubo aficionados a las dos ruedas, familiares y curiosos que se acercaron a orillas del rĆo para animar a los temerarios ciclistas.
«”Bravo!Ā”Valientes!Ā», gritaban los transeĆŗntes que veĆan pasar a los ciclistas, que se ganaron su mayor ovación al llegar a los muros del Kremlin, cuyo principal inquilino, el presidente ruso, VladĆmir Putin, es un conocido aficionado al judo y al esquĆ. EFE