La Bolsa, el punto débil de Alierta
César Alierta, ha sido el encargado de dirigir la transformación de la operadora. Su herencia: Telefónica es a día de hoy una de las mayores operadores de telecomunicaciones del mundo con presencia en 21 países, 125.000 empleados, e ingresos de 47.000 millones. Un casi impecable relevo que José María Álvarez-Pallete recogerá, pero al que César Alierta le verá siempre una mancha.
La mayoría de analistas fundamentales, los que se fijan en el más estricto plano empresarial, no dudan en alabar las dotes de César Alierta al frente de Telefónica. José Ignacio Gutierrez Laso, antiguo colega de Alierta en Beta Capital y presidente de MG Valores, ponía la gestión del todavía presidente de Telefónica en un pedestal en el programa Cierre de Mercados, de Radio Intereconomía.
Desde julio del año 2000, cuando Alierta tomaba el testigo de Juan Villalonga, lo que más gusta de su gestión a los expertos consultados es su apuesta por el mercado de Latinoamérica y el liderazgo conseguido en el ámbito doméstico.
Sin embargo, desde esa misma fecha, los títulos de Telefónica han caído un 60%. Por ello Luis Benguerel, analista independiente, señala que en bolsa no ha cumplido: “Si nos fijamos estrictamente en el precio ha ido mal, muy mal. El sector se ha comportado mal en general y Telefónica no ha destacado en nada con respecto al resto del sector”. Si bien es cierto que, si se tiene en cuenta la generosidad de la compañía con sus accionistas, la cosa cambia: “Si a este precio le añadimos los dividendos que ha ido pagando año a año se ha comportado mucho mejor. Sus máximos fueron, incluidos dividendos, en el año 2000, pero se acercaron de nuevo a ellos en 2007; y en 2009, con el Santander en máximos, se volvió a acercar a sus máximos”, explica Benguerel.
Pese a ser la décima empresa de telecomunicaciones más grande por capitalización bursátil y la sexta por clientes totales, Alierta no ha logrado generar valor a los títulos de la compañía. La bolsa ha sido su flaqueza, su punto débil. Algo que el propio Alierta ha reconocido en alguna ocasión que no entendía. Se le escapaba el motivo por el cual, siendo Telefónica una gran empresa con grandes expectativas, la gente prefería comprar bonos del Tesoro, con una rentabilidad de apenas el 2%, a títulos de la teleco.