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Carmen Calvo, curada de coronavirus en una clínica privada y convalecencia en un piso del Estado, ataca a Madrid

Carmen Calvo, curada de coronavirus en una clínica privada y convalecencia en un piso del Estado, ataca a Madrid

Culpa a los supuestos recortes de la Sanidad del PP en Madrid de las muertes por coronavirus, cuando son tres CCAA gobernadas por socialistas, com Castilla-La Mancha, Asturias y Aragón las que tienen mayor tasa de letalidad y moralidad
18 mayo, 2020
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Actualizado: 18 mayo, 2020 23:43
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Continúa la ruin estrategia del PSOE con la Comunidad de Madrod, gobernada por el PP. Hoy le ha tocado el turno a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, sí Carmen Calvo, la que se ha curado de coronavirus en una clínica privada, la Ruber de Madrid, y ha pasado su convalecencia en un piso oficial en la plaza de España en Madrid y que ahora viene a dar lecciones a diestro y siniestro. Considera que el deterioro «muy grande» que durante años ha sufrido la sanidad pública madrileña ha quedado «al descubierto» ahora con la crisis del coronavirus.

Hay una mentira, entre tantas otras a las que nos tiene acostumbrados el Gobierno de España, en estas afirmaciones de Carmen Calvo. Resulta que la tres comunidades de España con mayor tasa de letalidad por coronavirus -fallecimientos en relación a las personas que se han contagiado de dicha enfermedad- y tasa de mortalidad -proporción de fallecimientos en un período medido en relación a 1.000, 10.000, 100.000, etc, habitantes de una enfermedad como el coronavirus- corresponde a las comunidades de Castilla-La Mancha, Aragón y Asturias. Las tres están gobernadas por el PSOE ¿Tienen que ver algo los recortes en Sanidad de este partido con esas muertes?

Para Carmen Calvo, que hizo un llamamiento a las mujeres para que acuedieran al 8-M, porque les iba la vida, y vaya que si le fue a muchas de ellas, desgraciadamente, aunque nunca nos enteraremos de a cuántas, el coronavirus ha sido mucho más llevadero que para la mayoría de los españoles que lo han padecido, hacinados en los pasillos de los hospitales, sin habitaciones disponibles y sin sitio en las UCI, sin olvidar los miles que han muerto en las residencia de mayores sin atención médida. ‘Nos mandaban morfina, en vez de medicamentos’, han denunciado trabajadores de esos sitios de atención de mayores.

Carmen Calvo no ha sufrido nada de esto. Habitación individual para ella sola, plaza UCI disponible por si fuera necesario y piso oficial para su recuperación total, por cierto, el mismo piso que utilizó el ministro de Justica Bermejo en el Gobierno de Zapatero, que teniendo residencia en Madrid se gastó 250.000 euros en su reforma. Bermejo tuvo que dimitir cuando le ‘cazaron’ junto a su amigo el exjuez prevaricador Garzón cazando sin licencia entre las provincias de Ciudad Real y Jaén, en plena Sierra Morena.

Pero da igual. Calvo no tiene problemas en acusar a Madrid. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, no ha querido hablar explícitamente de Madrid hasta su última intervención y lo ha hecho, según ha explicado, porque le ha sacado el tema la diputada del PP Edurne Uriarte.

Tras negar que haya razones políticas en las decisiones que está tomando el Gobierno en la desescalada, en la que Madrid es la única comunidad que sigue en su totalidad en fase cero, ha subrayado que lo que el Ejecutivo busca es «darle tranquilidad a la gente».

Una tranquilidad que suponga, ha añadido, que cuando se les diga a los ciudadanos de Madrid que pueden salir a trabajar, a comprar, a pasear o a comer a un restaurante pueden hacerlo con las mismas garantías que los que están en Toledo, Málaga o Granada, lugares que se encuentran ya en fase uno.

«Si no lo enredáramos más, nos lo agradecerían mucho los ciudadanos», le ha dicho Calvo a Uriarte en su última intervención en esta comparecencia.

Por otro lado, la vicepresidenta primera ha asegurado, en su respuesta al diputado de Vox, que el Gobierno de coalición con Podemos «va bien».

«No se preocupe por el estado de salud del Gobierno de coalición», le ha dicho a Sánchez García, a quien también ha comentado que lo que a ella le preocupa son los avisos de Vox de que habrá más manifestaciones como las de la calle Núñez de Balboa.

Protestas que ha calificado de «insolidarias y egoístas» con las que quienes las protagonizan «ponen en riesgo a todos los demás». No ha dicho nada de las de apoyo a presos de ETA en el País Vasco y Navarra, porque se vende por un puñado de votos del PNV y algo más que una abstención de Bildu.

Por otra parte, la vicepresidenta ha negado que la reforma de la ley sanitaria que quiere impulsar el Ejecutivo pretenda recentralizar competencias, y ha asegurado que lo que busca es «preparar al país» por si la crisis del coronavirus va para «largo» o por si surgen otras en el futuro.

Ha recordado que tanto la ley que regula el estado de alarma como la ley general sanitaria son muy antiguas y por eso Gobierno y partidos tienen la «obligación» de revisarlas y ponerlas al día

Y en su respuesta sobre todo a los portavoces nacionalistas, ha recalcado que esta reforma no tiene «nada que ver con recentralizar el modelo o alterar marcos competenciales ni saltarse estatutos de autonomía».

El objetivo, ha insistido, es el de «preparar el país por si esto va más largo» de lo que se espera o «por si vuelve a ocurrir algo que se le parezca, en este formato o en cualquier otro».

La vicepresidenta ha explicado que el Ejecutivo quiere que la reforma se haga lo más rápido posible y por eso lo habló ya con Pablo Casado la semana pasada, y encontró en el líder del PP «la mejor de las disposiciones».

Ha añadido que según cree ya se ha producido otro contacto entre el Gobierno y una persona del PP que lleva temas sanitarios, cuyo nombre no ha citado.

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