Carnero, investido alcalde de Valladolid con los votos de PP y Vox
El ‘popular’ Jesús Julio Carnero fue investido hoy alcalde de Valladolid con el apoyo del Grupo Municipal Vox, después de ocho años de gobierno del socialista Óscar Puente, al contar con el respaldo de 14 de los 27 concejales que forman la Corporación municipal constituida hoy en Valladolid, frente a los 11 que logró el PSOE y los 2 de Valladolid Toma la Palabra. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; así como el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Juan García-Gallardo; el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones; y el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, asistieron entre otras autoridades a la sesión. En sus primeras palabras como alcalde, Carnero agradeció la gestión realizada por el equipo de Gobierno saliente en los últimos años, y afirmó que las “señas de identidad” del nuevo equipo de Gobierno serán “lucha, empeño, coraje, trabajo e ilusión”, con “el diálogo, el consenso y la colaboración con todos” como principales “reglas del juego” para hacer frente a “un tiempo complejo lleno de inestabilidad”.
En su intervención, el nuevo alcalde adelantó que el próximo lunes, 19 de junio, confirmará el reparto de concejalías entre el nuevo equipo de Gobierno, y explicó que en esa misma jornada visitará al rector de la Universidad Miguel de Cervantes, David García, antes de citarse con el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo. En declaraciones recogidas por Ical, adelantó que pretende mantener “un diálogo abierto con todos”, en alusión a los grupos municipales, asociaciones vecinales, agentes económicos y sociales, y vecinos, ya que “solo de ello podrá surgir un mejor Valladolid”.
Sobre la Valladolid del futuro, aseguró creer en “una ciudad moderna, saludable y atractiva”, donde “lo primero será buscar soluciones y no crear problemas”, y donde “las infraestructuras estén al servicio de los ciudadanos y no al revés”.
Buscará “construir sinergias” con las otras ocho capitales de la Comunidad, así como construir “un Valladolid abierto y sin barreras”, que aproveche su “posición estratégica como eje del noroeste peninsular y nudo de comunicación con Europa”. Con ese reto, se comprometió a “hacer realidad el soterramiento de las vías del tren”, una tarea a la que dedicará “todo” su “esfuerzo y trabajo”, para que cristalice “la mayor operación de vertebración de la ciudad, y de riqueza social, económica y medioambiental que se acometerá”.
Por último, tras agradecer el respaldo de Vox, que le ha llevado a la Alcaldía, Carnero recalcó que centrará sus políticas en las personas, prestando especial atención a las familias, y señaló que adoptará medidas fiscales para promover una economía que confía en impulsar con la creación de la Oficina de Proyectos y de Atracción de Inversiones. Además, recordó que limitarán la Zona de Bajas Emisiones “a su mínima expresión” y subrayó que “la movilidad urbana tiene que ser sostenible y justa”, además de “útil y eficaz”. “Queremos hacer de Valladolid un destino turístico cada vez más atractivo” y lograr una gestión municipal “más transparente y accesible, eficiente y ágil”, apuntó antes de cerrar su discurso citando a Delibes, recordando a sus familiares y deseando un “buen camino” a los presentes.
Oposición
Por su parte, en una intervención repleta de ‘dardos’, el socialista Óscar Puente felicitó al nuevo alcalde y a su gobierno por la confianza recibida del electorado de Valladolid, si bien le afeó que aún no hayan hecho público el reparto de áreas pactado entre PP y Vox. Además, recalcó la “legitimidad” de Carnero pese a “no haber sido el candidato más votado por la ciudadanía”, frente a argumentarios que “situarían a los ayuntamientos en el terreno de la inestabilidad y con un distanciamiento aun mayor de la ciudadanía”.
Puente recordó que “el poder es del pueblo y no es un derecho natural o consustancial a ninguna formación política o ideología”, y prometió a Carnero que podrá contar con él “y con una oposición seria y responsable, con la que podrá dialogar y llegar a acuerdos”. Una oposición “con altura de miras y sentido de la responsabilidad”, que “estará para apoyar en los asuntos de ciudad, para controlar el ejercicio del poder e impedir sus desviaciones y para aportar alternativas”.
El alcalde saliente señaló a su sucesor que recibe “una buena herencia”, con un presupuesto municipal de 404 millones de euros, frente a los 300 con que contaba la Corporación cuando él accedió por primera vez al cargo, en 2015, y con un valor patrimonial de 1.200 millones, “el triple” de lo que él recibió. Además, se refirió a posibles “hándicaps” con lo que tendrá que lidiar su relevo en la Alcaldía, entre los que aludió a “sus socios de gobierno”, de quienes afirmó que tienen en “la intolerancia, el negacionismo, el machismo y la xenofobia sus principales señas de identidad”. “Mientras ustedes discuten sobre la existencia o no de la violencia de género, las mujeres mueren y precisan ayuda”, señaló.
“Cuando se promete un estadio de fútbol nuevo, un estadio de rugby nuevo, un nuevo puente de Poniente, o el soterramiento, por citar solo algunos ejemplos, se asumen compromisos muy difíciles, por no decir imposibles de cumplir”; añadió, antes de asegurar que los pasos proyectados actualmente bajo la vía “son compatibles con un hipotético soterramiento que, de llegar algún día, tardará décadas en realizarse”, y le pidió que “no paralice esos proyectos pendientes por un empecinamiento alejado de la razón”.
Rocío Anguita, en representación del Grupo Municipal Valladolid Toma la Palabra, aseguró que ejercerán su labor “con responsabilidad”, en aras de “una ciudad verde, sostenible y saludable, además de feminista”, que dé respuesta a quienes se encuentran en situación desfavorable. Apuntó también que defenderán los avances que se han puesto en marcha los últimos ocho años, y señaló que “democracia y convivencia” son los valores que marcarán su trabajo, con el objetivo de legar a acuerdos y consensos sobre “temas fundamentales que mejoren la vida en la ciudad”, frente a “políticas neoliberales que priman el beneficio de los privilegiados”.
El grupo, explicó, seguirá “abierto a los vecinos de la ciudad”, con su compromiso con la participación y la ciudadanía como inequívocas “señas de identidad”. Además, agradeció la labor realizada en las dos últimas legislaturas por sus concejales, Manuel Saravia, María Sánchez y Alberto Bustos, de quienes seguirán su “estela de trabajo y compromiso con la ciudad”.
PP y Vox
Por su parte, la portavoz del Grupo Municipal Popular, Blanca Jiménez, inició su alocución citando a Jorge Guillén y dio las gracias a los vecinos de Valladolid por la “amplia confianza” depositada en su formación el pasado 28 de mayo, gracias a la cual podrán trabajar por alcanzar “un Valladolid más saludable y respetuoso con cuantos lo habitan, más amigable, cercano y atractivo, y más participativo, porque esta es la Alcaldía de todos”.
“Gobernaremos para todos porque el objetivo de todos es conseguir que Valladolid avance”, apuntó, y también se refirió al “futuro inagotable inspirado en la pluralidad de una ciudad con personalidad propia”. Tras agradecer a Vox “su generosidad y ánimo de construir una ciudad mejor”, avanzó que los ‘populares’ serán “firmes” en sus convicciones, que defenderán “con pasión” y “sin rehuir el debate”. “Ejerceremos el mandato de los ciudadanos con humildad y con responsabilidad”, sentenció.
La candidata de Vox, Irene Carvajal, agradeció el “ejercicio maduro de responsabilidad” de los vallisoletanos en las urnas el pasado 28 de mayo, a quienes se refirió como “los verdaderos transformadores de la ciudad”. “Nosotros no somos más que meros mandatarios”, recordó antes de afirmar que “Valladolid es paradigma de la municipalidad” y de la “simbiosis perfecta entre lo urbano y lo rural”.
Según apuntó, “asamblea y convivencia” marcarán el “espíritu” con que acometerán el mandato, con el desafío de propiciar “un espacio de diálogo, respeto, tolerancia y construcción, alejado de actitudes broncas, por una ciudad más justa, más humana y más fuerte”. Además subrayó su “mano tendida para edificar el presente y el futuro de la ciudad”, y apuntó que asumen el mandato con “ilusión, lealtad, fidelidad a los ciudadanos, transparencia en la gestión, responsabilidad en el ejercicio de las funciones y profunda vocación de servicio público”.
“Tenemos una deuda con los más vulnerables mayores, dependientes y personas con discapacidad, con el reto de que la accesibilidad sea completa”, afirmó antes de aludir al soterramiento como “la gran inversión que supondrá para Valladolid la construcción de un nuevo espacio urbano, un gran corredor verde, como alternativa a los túneles del miedo”, que a su juicio será “palanca tractora de atracción de nuevas empresas y fidelización del talento”.
La nueva corporación municipal quedó así constituida por los once cargos electos del PP, Jesús Julio Carnero, Mercedes Cantalapiedra, Francisco Blanco, Silvia Tomillo, Blanca Jiménez, Mayte Martínez, Alejandro García Pellitero, José Ignacio Zarandona, Carolina del Bosque, Alberto Gutiérrez Alberca y Rodrigo Nieto; los once concejales socialistas, Óscar Puente, Ana Redondo, Pedro Herrero, Rafaela Romero, Luis Vélez, Charo Chávez, Martín José Fernández Antolín, Carmen Jiménez, Francisco Ferreira, Juan Carlos Hernández Moreno y Alberto Palomino; los tres de Vox, Irene Carvajal, Alberto Cuadrado Toquero y Víctor Martín Meléndez, y los dos representantes de Valladolid Toma la Palabra, Rocío Anguita y Jonathan Racionero.