Carolina Bescansa, de una de las familias más pijas de Galicia

También, hay pijos en Podemos. Y no es necesario ir a buscar muy lejos. La diputada Carolina Bescansa pertenece a una de las familias más emblemáticas de la burguesía gallega. Su prosapia le define como una “niña bien” del norte de España y algunos de sus compañeros piensan que es “la típica hija pequeña pizpireta”.  

Los padres de Carolina Bescansa viven en una de las zonas más elegantes de Santiago de Compostela. La impronta burguesa de su familia comenzó con el sudor de su abuelo, Ricardo Bescansa, quien creó los primeros laboratorios farmacéuticos. 

El padre y los tíos de Carolina Bescansa continuaron el legado del abuelo, dedicándose al mundo de la salud y de la empresa, obteniendo, así, un éxito sobresaliente. De ahí, su enorme prestigio social. 

Carolina Bescansa es heredera de esta prodigiosa inteligencia, aunque no ha sabido canalizarla en pos del prestigio. Su impecable expediente académico le pone a la altura de sus ascendientes, pero su adhesión a Podemos ha arrojado su orgullo familiar por la borda. Ahora bien, su sueldo de diputada le permitirá seguir siendo burguesa.