Desde la irrupción de ChatGPT en 2022, la Inteligencia Artificial ha transformado tanto el entorno empresarial como el panorama de la inversión. Su influencia ha impulsado retornos significativos en los mercados, pero en 2025 surge una pregunta recurrente entre inversores y analistas de gestoras: ¿ha ido demasiado lejos el entusiasmo por la IA?
A pesar de estas dudas, una encuesta de Natixis a 520 gestores de Norteamérica, Reino Unido, Europa y Asia revela que la IA sigue siendo vista como el principal motor de crecimiento en los próximos años. Un 80% de los encuestados cree que esta tecnología potenciará el incremento de los beneficios empresariales en la próxima década, mientras que un 69% considera que ayudará a descubrir oportunidades de inversión menos evidentes. Además, el 61% ya la utiliza en la evaluación de riesgos del mercado.
IA en las gestoras de inversiones: avances y desafíos
El 58% de las empresas representadas en la encuesta ha integrado la IA en sus procesos de negocio e inversión, destacando las gestoras de Alemania, Francia y Suiza como las más avanzadas en su adopción. Sin embargo, no todo es positivo: el 52% de los gestores expresa preocupación por el crecimiento del robo-asesoramiento como una amenaza competitiva en la industria.
Más allá de la IA, los gestores identifican otros riesgos clave para 2025, como la escalada de conflictos geopolíticos, la inflación y las tensiones entre EE.UU. y China. No obstante, el 73% se mantiene optimista sobre la evolución de los mercados, y el 67% no planea modificar sus previsiones de rentabilidad, incluso ante estos desafíos.
En un entorno marcado por la volatilidad y la incertidumbre, la IA se consolida como una herramienta esencial para la gestión de inversiones, aunque su impacto a largo plazo aún genera debate.