«El cazador de historias», las ideas «pertinentes» y «dolorosas» de Galeano
Sofía Terrile
Buenos Aires, 16 abr.- «El cazador de historias», libro póstumo de Eduardo Galeano y el más vendido en España en categoría no ficción cuando se acaba de cumplir un año de la muerte del autor, se forjó de ideas «muy pertinentes, muy lindas y muy dolorosas», según su editor, el argentino Carlos Díez.
Díaz asegura en una entrevista con Efe que el autor uruguayo aportó a Latinoamérica «mucha dignidad» y un rescate «muy positivo de la cultura» del continente.
El director de la editorial Siglo XXI en Argentina aseguró que Galeano dio una visión muy positiva de los orígenes y las tradiciones latinoamericanas «sin bajar línea».
«Es una de las cosas que caracterizaba a Eduardo: te abría la cabeza en lugar de cerrártela, abría los temas y no los clausuraba», apuntó.
Díaz es el editor del último libro de Galeano, «El cazador de historias», publicado el pasado mes de marzo a título póstumo pocas semanas antes del aniversario de su muerte, el 13 de abril, y que recopila relatos y pensamientos que el escritor escribió entre 2012 y 2013.
La obra se convirtió en el libro de no ficción más vendido en las librerías españolas en solo una semana.
Según Díaz, incluye historias que el escritor había creado en su último año de vida, y que eran «muy pertinentes, muy lindas y muy dolorosas, también», ya que algunas de ellas incluyen reflexiones acerca de la muerte.
Señaló que «El cazador de historias» iba a ser publicado en 2014, pero, cuando estaba casi listo, Galeano tuvo una recaída de salud, por lo que consideraron que el lanzamiento complicaría su estado.
La relación del escritor uruguayo con la editorial comenzó en la década de los años 70 del siglo pasado, con «Las venas abiertas de América Latina», su obra más reconocida.
«Cuando Eduardo escribió el libro, Siglo XXI era la gran editorial de humanidades de la izquierda latinoamericana. Tenía mucho prestigio y una excelente presencia en todo el continente y España», recordó el editor.
Díaz rememoró una anécdota que «siempre hacía reír» a Galeano, relacionada con aquella obra.
Al año de la publicación y tras no conseguir éxito entre el público, el fundador de Siglo XXI, Arnaldo Orfila Reynal, le mandó una carta en la que le rogaba que no se desanimara porque vender libros en Latinoamérica era «difícil», y le pedía que confiase en que el ensayo tendría una «mejor performance» en el futuro.
Desde ese primer acercamiento, el idilio se mantuvo intacto a través de los años, a pesar de los momentos de crisis de la editorial.
Tras un hiato debido al cierre de la editorial, por la dictadura militar en Argentina (1976-1983), Díaz recuperó la filial de Siglo XXI en 2000 y también el contacto con Galeano.
«La relación empezó siendo profesional, pero con Eduardo era muy difícil vincularte sólo en ese plano. Él mismo decía que prefería las relaciones de carne y hueso», aseguró.
«Él no concebía esto como una relación comercial, sino que era muy importante quién era su editorial, no era algo que quedaba librado al azar», añadió.
Galeano no le hablaba de sus enfermedades ni de sus problemas, porque detestaba a los que se quejan, apuntó, para señalar que por eso son claves las últimas reflexiones aparecidas en «El cazador de historias», como una forma de acceder a los temas que el autor no mencionaba.
Díaz declaró estar emocionado con la aceptación que la obra póstuma ha suscitado en el público, tanto en jóvenes como en personas mayores.
Por último, habló sobre el legado del gran autor latinoamericano: «Eduardo es un tipo que se reivindicó hasta el final como un personaje de izquierda, a pesar de que se lo cuestionaba por eso y de que mucha gente quería que diera marcha atrás».
«Si bien era autocrítico, nunca terminó renegando de sus ideas», concluyó. EFE