China intensifica su presión sobre la presidenta electa de Taiwán

China intensifica su presión sobre la presidenta electa de Taiwán

16 mayo, 2016
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Actualizado: 16 mayo, 2016 0:00
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Francisco Luis Pérez

Taipei, 16 may.- China está intensificando su presión sobre la presidenta electa de Taiwán, Tsai Ing-wen, para que acepte, en su discurso inaugural del 20 de mayo, que la isla forma parte del país, y el turismo se ha convertido en una de sus armas.

Desde la victoria electoral de Tsai, el 16 de enero de este año, China no ha parado de enviar mensajes de advertencia, comenzando por el establecimiento de lazos diplomáticos con Gambia, exaliado taiwanés, algo que anunció un eventual reforzamiento del cerco diplomático a la isla.

Luego se trasladó a Pekín a 72 sospechosos taiwaneses de fraude telefónico a China desde Kenia y Malasia, desencadenado protestas en Taiwán y temores de «secuestros extraterritoriales» como los ocurridos a los libreros de Hong Kong críticos de Pekín.

Más tarde, Taiwán vio la mano china en el retraso de la invitación para participar en la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se celebra del 23 al 28 de este mes en Ginebra, y a la mención en esa carta del «principio de una China», que convierte a la isla en una parte de la República Popular.

El turismo se ha convertido en la más reciente forma de advertencia china, con un descenso del 30 por ciento en la llegada de turistas y la incertidumbre sobre su futuro, en un momento en que muchos empresarios taiwaneses habían hecho fuertes inversiones en el sector.

El número de turistas chinos llegados a Taiwán pasó en siete años de prácticamente cero a 4,2 millones en 2015 después de que el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, aceptase el «Consenso de 1992», una fórmula ambigua por la que Taipei y Pekín reconocían la existencia de una China, pero la definían a su modo.

En enero, la Asociación de Agentes de Viaje de Taiwán anunció que sus homólogos chinos le habían comunicado que habría una bajada del 30 por ciento de turistas de marzo a junio, lo que despertó temores en el sector.

Las predicciones se han cumplido y en mayo se ha registrado una baja del 33 por ciento en la llegada de turistas chinos, según cifras de la Oficina de Turismo isleña, con una caída del 20 al 30 por ciento en las reservas de hoteles por parte de estos viajeros.

El número de autobuses alquilados para turistas chinos también ha sufrido un fuerte declive, de «hasta casi la mitad», señaló el presidente de la Asociación de Autobuses Turísticos de Taiwán, Alex Lu.

«Ante la subida del número de turistas el año pasado, compramos dos nuevos autobuses y ahora no sabemos qué hacer con ellos», dijo a Efe el empresario isleño Chang Wei-guo.

Las aerolíneas isleñas, muy beneficiadas por el alza en los vuelos entre Taiwán y China, que pasaron de cero a más de 890 semanales desde 2008 a 2015, asimismo temen por sus negocios.

«Las cosas están mal, pero pueden ir a peor, con la caída del número de pasajeros en los vuelos entre las dos partes y la desaparición de los viajeros en escala hacia otros lugares», manifestó un ejecutivo de la aerolínea China Airlines, que prefiere el anonimato.

El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, atribuyó la caída en el número de turistas a «factores políticos», el 19 de abril, y expertos e industriales miran con atención hacia el 20 de mayo para ver si China se contenta con el discurso de Tsai.

El portavoz de la Oficina de Taiwán, en el Consejo de Estado Chino, Ma Xiaoguang, dejó claro el miércoles pasado que habrá consecuencias negativas, si la presidenta electa de la isla no acepta el «Consenso de 1992».

En Taiwán, no todos consideran negativa la baja de turistas chinos.

«Los turistas chinos son muchos pero no traen prácticamente ningún beneficio porque dejan poco en la isla y el negocio lo hacen los empresarios chinos y de Hong Kong», indicó Leung Man-to, organizador de una protesta contra el turismo chino.

Los datos oficiales de la Oficina de Turismo de Taiwán hablan de 269,34 dólares de gasto diario de los turistas chinos, incluyendo transporte, alojamiento, comida y compras, de los que 171,77 dólares se dedicaron a adquirir productos.

El futuro de estos ingresos y de la llegada de turistas chinos a la isla dependerá de los lazos políticos entre Taipei y Pekín, así como también el del envío de estudiantes chinos a la isla y las importaciones de productos agropecuarios taiwaneses en China. EFE

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