Colau y el PSC, contra el último hotel legal de Barcelona

Colau y el PSC, contra el último hotel legal de Barcelona

02 septiembre, 2016
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Actualizado: 02 septiembre, 2016 10:04
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El Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Ada Colau, ha congelado la licencia de obras del último hotel legal de Barcelona. El alojamiento se iba a levantar en Paseo de Gracia, una de las principales calles de la Ciudad Condal.

Barcelona en Comú y con la inestimable ayuda del PSC no permiten que se lleve a cabo la operación propuesta por el grupo Artemi Nolla (Angrup), cuya intención es abrir un hotel en el número 24 del Paseo de Gracia, muy cerca de Plaza Cataluña. No obstante, la firma asegura que el proceso «sigue su curso».

«El consistorio ha paralizado el permiso de obras para empezar a tirar paredes«, aseguran los consultores hoteleros a Crónica Global, al tiempo que desconocen cuánto tiempo estará parada la obra. Asimismo, han insistido: «Por ahora no hay ningún movimiento«.

El propietario y promotor del proyecto ha asegurado que ya han constituido la sociedad mercantil para acoger la obra. «El proyecto está en fase incipiente, pero podemos decir que sigue su curso inalterado, salvo por el parón vacacional», ha asegurado el grupo Artemi Nolla. Asimismo, desde el Ayuntamiento afirman que no hay ninguna traba y que el permiso está en trámite.

El último hotel antes de la moratoria

Artemi Nolla registró L’Últim Hotel PG SL, un nombre simbólico ya que sería el último alojamiento hotelero en la Ciudad Condal tras la moratoria aprobada por Colau y el PSC con la excusa del modelo turístico.

El Paseo de Gracia está dentro de las zonas en las que no se permiten nuevas plazas hoteleras al encontrarse dentro de las prohibiciones aprobadas por Colau. Con esta medida se pretende reducir la llegada de turistas, que sin embargo están copando los alojamientos extra hoteleros. «La intención es poner en valor el carácter patrimonial del inmueble«, ha asegurado la empresa.

Aún falta por desalojar una residencia de ancianos y a una anciana sola

Aún así, en el edificio aún quedan dos inquilinos: una residencia para ancianos y una señora mayor que vive sola. Ambos están en régimen de alquiler, por lo que el propietario estaría de acuerdo en rescindir el contrato y vender los dos inmuebles.

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