Colau y el PSC fríen a impuestos al turismo: viviendas, cruceros y autobuses, los afectados

Colau y el PSC fríen a impuestos al turismo: viviendas, cruceros y autobuses, los afectados

30 enero, 2017
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Actualizado: 30 enero, 2017 13:27
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Ada Colau golpea seriamente a una de las bases del crecimiento de Barcelona: el turismo. El hachazo vendrá a través de impuestos y otras tasas para autobuses, cruceros y viviendas y habitaciones destinadas al turismo.
La excusa de Colau es que esta actividad sufrague los gastos derivados de su impacto y el uso del espacio público, sin tener en cuenta los millones de euros y el empleo que el turismo genera en la Ciudad Condal.
Este es uno de los aspectos fundamentales del Plan Estratégico de Turismo de Barcelona 2020, según ha explicado el concejal de Empresa y Turisme, Agustí Colom, que junto al segundo teniente de alcaldía de Empresa, Cultura e Innovación, el socialista Jaume Collboni, han presentado esta nueva hoja de ruta de las políticas turísticas que tiene previsto impulsar el ayuntamiento en los próximos cuatro años.
«El plan plantea la necesidad de abordar los beneficios del turismo con un mayor retorno a la ciudad de la tasa turística, mayor capacidad del gobierno municipal de decidir su uso y la posibilidad de discutir nuevas fórmulas fiscales que graven la movilidad o el cambio de usos», ha explicado Colom.

Las viviendas destinadas al turismo tributarán como una empresa

Entre las posibles medidas que ha citado Colom figura que los pisos turísticos dejen de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles como residencias y pasen a hacerlo como usos empresariales, un cambio que requiere la modificación de la Ley de Haciendas Locales y que Barcelona estudia pedir junto a otras ciudades españolas.
Entre las tasas municipales que el gobierno de Ada Colau trabaja para poder aprobar y aplicar este año está la del aumento de 4,5 a 45 euros lo que pagan los autocares turísticos por aparcar en Montjuïc.
Otras medidas fiscales que Barcelona quiere explorar, como gravar el alquiler de las habitaciones turísticas (bed and brekfast) o las estancias de cruceros inferiores a 12.00, dependen de la Generalitat, en concreto del reglamento de la ley catalana de Turismo o de la negociación de la recaudación de la gestión de impuesto turístico por parte de los ayuntamientos, que Barcelona reclama al 100 % al amparo de la Carta Municipal.

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