Para comer más legumbres hay que recuperar su cocina, afirman los productores

Para comer más legumbres hay que recuperar su cocina, afirman los productores

24 enero, 2016
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Actualizado: 24 enero, 2016 0:00
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Belén Delgado

Roma, 24 ene.- Para comer un buen plato de legumbres hay que saber prepararlo. Puede sonar obvio, pero en aquellas sociedades en las que se ha perdido esa costumbre ya es hora de recuperarla, asegura a Efe el representante de los productores Gordon Bacon.

Consejero delegado de la asociación de productores, procesadores y exportadores de legumbres de Canadá, Bacon representa también al comité organizador del Año Internacional de las Legumbres, que se celebra en 2016 bajo los auspicios de la ONU.

«La gente no sabe cómo usar las legumbres. Vemos una disminución del consumo per cápita en mercados tradicionales, en parte por el cambio en el estilo de vida de la gente», explica en entrevista telefónica.

En los países en los que tanto hombres como mujeres trabajan y apenas tienen tiempo para preparar platos tradicionales, junto a la proliferación de los restaurantes de comida rápida y los alimentos precocinados, las legumbres se han quedado descolgadas en un cambio de dieta que ha beneficiado más a los carbohidratos.

Por eso, dice, habría que volver a reintroducir las legumbres en lugares como el norte de América y Europa.

Frente al aumento de la obesidad, Bacon defiende que las legumbres, ricas en proteínas, fibra y micronutrientes, son «parte de la solución para abordar asuntos de salud, nutrición y sostenibilidad».

Guisantes, lentejas, judías, guandules y garbanzos, entre otras semillas, integran la amplia lista de legumbres que sirven de base para la elaboración de platos tradicionales como el falafel árabe, el dahl indio o los frijoles cocidos.

«Debemos aumentar su producción, particularmente en el mundo en desarrollo, porque juegan un papel complementario al enfoque que hemos tenido en cuarenta años, centrado en cultivos como el arroz, el trigo o el maíz», sostiene el empresario de Canadá, el país que más legumbres exporta en el mundo.

Uno de los objetivos es relanzar el consumo después de que este haya caído en casi todos los países, incluido en la India, a pesar de ser el mayor productor (19 millones de toneladas al año) y uno de sus principales consumidores.

Tampoco se puede descuidar la producción, que se reparte por todo el mundo, sobre todo a pequeña escala para las familias o el mercado local en los países en desarrollo.

El directivo afirma que «los agricultores se han ido a cultivos que les dan más dinero, por lo que se necesita aumentar la productividad de las legumbres», con rendimientos medios de 819 kilogramos por hectárea en 2010.

«Tenemos que centrarnos en el mejoramiento de las especies y de su resistencia ante las enfermedades, así como en complementar esos cultivos con otros» como los cereales para lograr una producción sostenible y nutritiva, asegura.

Incluso los residuos de las cosechas de legumbres pueden usarse como forraje para aumentar la concentración de nitrógeno en la dieta, mejorando la salud y el crecimiento de los animales.

Ante tanta diversidad de legumbres, que también funcionan como fertilizantes naturales del suelo, hace falta distinguirlas por regiones para dar con su mejor combinación, según el especialista.

Y explica: «Los garbanzos y las lentejas son cultivos mediterráneos y crecen bien en condiciones secas y con calor como en Siria, Turquía o el norte de África. Más al sur de África se encuentran más judías y guandú».

Sea donde sea, los productores intentarán este año explorar el potencial de esos alimentos y contribuir con ellos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos por la comunidad internacional en septiembre de 2015.

Lo harán con una serie de eventos, desde la participación en ferias gastronómicas hasta congresos, conferencias, exposiciones y festivales en los que no faltarán todo tipo de recetas para recuperar el sabor de la legumbre en platos con o sin cuchara. EFE

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