Cómo ahorrar en la cesta de la compra

Ahorrar en España es todavía una tarea muy complicada. A la idiosincrasia propia de los españoles, en general poco proclives a la contención y el ahorro, hay que unir el factor sueldo. Pese a los indicios de recuperación económica, la mayor parte de españoles percibe salarios bajos o medio-bajos, lo que dificulta enormemente la posibilidad de ahorrar.

Solo hay que recordar unos datos recientes del Ministerio de Hacienda. El saldo bruto medio de los trabajadores españoles se sitúa en torno a los 16.000 euros anuales y solo 1 de cada 10 gana lo suficiente como para poder ahorrar. Por lo general, los españoles gastan unos 1.000  € más al año de lo que ingresan, lo que obliga con frecuencia a optar por el endeudamiento.

Una de las alternativas financieras para poder afrontar los gastos han sido y siguen siendo los créditos rápidos online. Esta forma de obtener dinero, fácil, directa y sin papeleos, ha sido la opción elegida por miles de personas para «tapar agujeros». Y no solo hablamos de imprevistos o de problemas de liquidez puntual, cada vez es mayor el número de personas que elige los préstamos por internet para adquirir productos o financiarse unas vacaciones.

¿Cómo ahorrar?

Aunque a la mayoría de españoles les resulte difícil ahorrar, siempre se pueden poner en práctica algunos trucos. La empresa Viaconto, especialista en la gestión de créditos rápidos, conoce bien las necesidades de los consumidores y ha decidido implicarse en las tareas de asesoramiento. Para ello ha elaborado un decálogo de consejos muy sencillos, que cualquier persona puede poner en práctica sin esfuerzo.

Los trucos para ahorrar en la cesta de la compra pueden consultarse en la página web de Viaconto. Para clarificar conceptos y llegar al consumidor de manera directa, la empresa ha publicado una infografía muy clara y didáctica, que resume los siguientes puntos:

1. Elabora un menú semanal y cíñete a él

Los gastos en la cesta de la compra se llevan una parte muy importante del presupuesto mensual de las familias. Una manera de tenerlos controlados es crear un menú semanal, donde se recojan día a día los diferentes platos a elaborar. La creación de esos menús obligará a realizar una lista de la compra concreta y precisa. De esta manera, tendremos una idea del presupuesto que vamos a necesitar.

Es importante no desviarse de ese menú para no alterar las previsiones y gastar más de lo necesario.

2. No vayas a comprar con el estómago vacío

La sensación de hambre es uno de los peores enemigos para el control del gasto. Cuando vamos al supermercado sin haber comido tendemos a comprar de manera compulsiva y sin prestar atención a lo que ponemos en el cesto. Siempre es mejor ir a la compra sin hambre. Nos ahorraremos dinero y dejaremos de lado los caprichos.

3. Confía en las marcas blancas

Las primeras marcas acostumbran a ser caras y no siempre son sinónimo de calidad. Confía en las marcas blancas y, en caso de duda, consultas las páginas web de las asociaciones de consumidores. Allí suelen publicarse estudios sobre la relación calidad-precio de las marcas de supermercado.

4. Aprovecha las promociones

Las ofertas tipo 3×2 (3 productos al precio de 2) son muy interesantes con los productos no perecederos, como los artículos de limpieza, las bebidas o las conservas. Pero cuidado con las promociones en productos frescos. Si compramos más artículos de los necesarios y no los consumimos a tiempo, se pueden estropear. Habremos malgastado el producto y engrosado innecesariamente nuestra cuenta.

5. Busca bien los productos

Los supermercados suelen colocar a la altura de los ojos los artículos que les interesa vender. A menudo, los productos más baratos están situados en la parte superior o inferior de las estanterías. Son estrategias que vale la pena conocer.

6. Aprovecha los cupones descuento

Los programas de fidelización en los supermercados aportan siempre alguna ventaja para el cliente. No desprecies los descuentos; por insignificantes que parezcan, siempre representan algún ahorro.

7. Productos de temporada

Los productos fuera de temporada siempre suelen ser más caros, porque no existe producción y se importan de otros lugares. Es preferible optar siempre por los productos de temporada; los encontraremos en abundancia y a precios más asequibles.

8. Lleva tus bolsas de casa

Las bolsas de plástico de los supermercados son baratas, pero hay que pagarlas. Siempre es aconsejable llevarlas de casa; ahorraremos un poquito y, lo que es más importante, contribuiremos en la reducción de residuos.

9. Háztelo tú mismo

Los platos preparados o precocinados son muy prácticos, pero resultan caros. Si dispones de tiempo, cocina tus propios platos; ahorrarás dinero y, además, comerás seguramente de una forma más saludable.

10. Congela porciones

En ocasiones cocinamos más de lo necesario y nos sobra comida. No la tires; congela lo sobrante y aprovéchalo más adelante. Si tomas por costumbre cocinar en grandes cantidades y luego congelar, podrás ahorrar en tiempo y dinero.