España pone condiciones y restricciones a la lectura del TTIP, el tratado que la UE y EE UU quieren acordar para el libre comercio. Al texto solo podrán acceder parlamentarios y algunos funcionarios del Estado, ya que es «información clasificada». Algunas partes del texto están restringidas.
Asimismo, los lectores tendrán que firmar una cláusula de confidencialidad por la que no podrán desvelar ningún detalle de este acuerdo que se mantiene bajo secreto.
El Ministerio de Economía y Competitividad, dirigido por Luis de Guindos, ha dispuesto de una sala para su lectura, ya que la Secretaría de Estado de Comercio tiene asignada la responsabilidad de dirigir la política comercial, ha explicado hoy este departamento en un comunicado.
La Comisión Europea ha autorizado a los Estados miembros la apertura de estas salas, que se suman a las ya habilitadas en Bruselas, en las que estarán disponibles los textos consolidados de la negociación en curso, que son aquellos que recogen tanto el texto propuesto por la Unión Europea como el que ha propuesto Estados Unidos.
El Ejecutivo europeo, que negocia el acuerdo por parte de la UE, ha publicado tanto el mandato de negociación como sus propuestas de texto para los diferentes capítulos que se cubren en estas negociaciones.
No obstante, algunos documentos de negociación, en particular aquellos que emanan de los Estados Unidos, están sujetos a un acceso limitado a los funcionarios, eurodiputados y miembros de las Cortes de los Estados de la UE.
Economía no ha especificado cuáles serán las normas de acceso a la sala, si bien en Bruselas quienes ven la documentación deben firmar un acuerdo de confidencialidad por el que se comprometen a no revelar ninguna información sobre lo que han leído.
En Bruselas no se puede entrar a la sala de lectura con ningún dispositivo electrónico y una vez dentro se les entrega un solo folio, con el nombre del funcionario que hace la consulta impreso, y un bolígrafo para tomar unas notas que solo salen de la sala en sobre sellado.