Costa quiere reforzar inversión extranjera independientemente de donde venga

Costa quiere reforzar inversión extranjera independientemente de donde venga

10 abril, 2016
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Actualizado: 10 abril, 2016 0:00
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Lisboa, 10 abr.- El primer ministro luso, António Costa, aseguró que su Gobierno está abierto a reforzar la inversión directa extranjera en el sector financiero de Portugal, independientemente del origen del capital.

«En el momento adecuado, entendí que debía transmitir a los interesados en invertir en el mercado portugués que el Gobierno está abierto a la inversión directa extranjera, que quiere reforzar», señaló en una entrevista publicada hoy por el luso «Diário de Notícias».

Costa respondió así a la polémica generada por el creciente peso de capital extranjero en la banca lusa, especialmente de origen español, y subrayó que su Ejecutivo está abierto a recibir capital de cualquier país.

«A todo (el capital), tenga origen en Angola, en Alemania, en Francia o en China», aseguró.

El jefe del Gobierno luso confía en que el español Caixabank y la empresaria angoleña Isabel dos Santos alcancen un acuerdo en el Banco Portugués de Inversión (BPI), que tiene hasta hoy para desprenderse de sus activos en Angola y evitar las penalizaciones de Bruselas.

La solución que se baraja pasa por que la angoleña compre la participación del BPI en el Banco de Fomento de Angola y a cambio venda su posición en el banco luso al Caixabank, que controlaría así más del 60 % del capital.

«Creo que no hay ninguna razón, en este momento, para no confiar en que las partes llegarán a un entendimiento a tiempo», consideró, y añadió que no cree que el Banco Central Europeo vaya a aplicar sanciones si se alcanza hoy un acuerdo pero se tarda unos días más en tramitar los procedimientos legales del mismo.

Costa recordó que está acompañando las negociaciones en el BPI y defendió que un primer ministro debe seguir de cerca las situaciones que puedan suponer un «conflicto grave» para la estabilidad del país.

«Debe hacer aquello que le compete hacer, que no es sustituir a los accionistas ni a la administración, sino hacer que las partes se sienten a la mesa y, preferentemente, lleguen a un acuerdo», dijo.

También fue cuestionado sobre el Banif -que fue liquidado con un coste público cercano a los 3.000 millones de euros y vendido al español Banco Santander apenas un mes después de su llegada al Gobierno- y señaló que «el peso que los contribuyentes tuvieron que soportar exige explicaciones».

Costa cree que deben ser las instituciones europeas las que juzguen si será necesario un paquete de ayuda adicional para capitalizar la banca lusa pero reiteró que la situación del sistema financiero no le es «indiferente».

«Creo que era útil para el país encontrar un vehículo de resolución del crédito moroso, para liberar al sistema financiero de un lastre que dificulta una participación más activa en las necesidades de financiación de las empresas portuguesas», explicó.

Desveló igualmente que entre las prioridades del Gobierno está reforzar el sistema de supervisión y están trabajando en una nueva legislación «que clarifique y evite complicaciones de funciones entre los mecanismos de resolución». EFE

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