El Cupo Vasco, la desigualdad entre los españoles

El Cupo Vasco, la desigualdad entre los españoles

04 mayo, 2017
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Actualizado: 04 mayo, 2017 12:19
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El Cupo Vasco es una muestra más del distinto trato del Gobierno hacia los españoles. En resumen trata de que los impuestos pagados por los vascos se quedan en la Comunidad Autónoma y a cambio se da un contrapartida al Estado por mantener infraestructuras y organismos.

El Cupo Vasco ha tenido siempre el respaldo del PP y del PSOE, así como del resto de fuerzas parlamentarias a excepción de UPyD y Ciudadanos, que exigieron su eliminación. El partido naranja de Albert Rivera llegó a compararlo con «la Hacienda particular de los Pujol en Suiza». No obstante, ahora guardan silencio, como si con ellos no fuera el asunto ni tampoco les afectara. De hecho, en su programa electoral fue erradicada esta pretensión. UPyD, en cambio, sí se ha vuelto a oponer a que el País Vasco no aporte directamente a la caja única. En concreto, el Cupo Vasco costará a los españoles 4.000 millones de euros hasta 2021, año en el que se volverá a recalcular.

El País Vasco, junto a Navarra, gozan de un régimen fiscal propio desde el siglo XIX, un derecho que de igualarse al resto de España el Estado registraría déficit estructural en esta partida. La Constitución, por su parte, reconoce estos derechos y permite a las diputaciones forales de las provincias vascas recaudar sus propios impuestos, de manera que los ciudadanos vascos no pagan sus tributos a la Agencia Tributaria, sino que el dinero se queda en la Comunidad Autónoma.

El Cupo Vasco costará a las arcas públicas del Estado 444 millones solo en 2017. En concreto, se pagarán 1.400 millones al País Vasco, y esta Comunidad Autónoma dará 956 millones por los costes de las competencias no transferidas al Gobierno autonómico, como infraestructuras (aeropuertos, puertos, ferrocarriles), defensa y representación exterior.

El Cupo Vasco se calcula cada cinco años, tras una negociación bilateral entre el Gobierno central y el autonómico. La última fue aprobada en 2007 y lo establecía en 1.525 millones anuales. Ahora los cinco diputados del PNV costarán un total de 4.000 millones hasta 2021, un montante exagerado para un representación parlamentaria tan minoritaria en el Congreso.

El acuerdo alcanzado por Mariano Rajoy y el PNV es una victoria de los nacionalistas vascos, que a cambio han dado su apoyo a los Presupuestos en el Congreso. Un coste político muy elevado, ya que a los nacionalistas también se han sumado los de Ciudadanos. No obstante, aún necesitan el apoyo de un diputado más para poder aprobar definitivamente las cuentas.

El Gobierno de España, liderado entonces por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco tenía mayoría absoluta en las Cortes Generales y el PNV condicionó su apoyo a los presupuestos a que se renovara la Ley del Cupo; desde entonces no había sido posible reeditar la norma. Con el acuerdo sellado ayer se aparcan las diferencias al menos hasta 2021, cuando deberá acordarse una nueva la Ley Quinquenal del Cupo.

El entendimiento ni siquiera se produjo cuando en 2011 -año en que tocaba renovar la ley- los socialistas coincidieron al frente tanto del Gobierno español como del vasco. La Ley Quinquenal de 2007 fijaba el Cupo en 1.525 millones anuales. La cantidad pactada ayer es muy inferior (956) pero tiene en cuenta, entre otras cuestiones, que desde 2011 Euskadi gestiona una importante competencia: las políticas activas de empleo.

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