Deportistas de élite: del barrio a la gloria, de la gloria a la ruina

Deportistas de élite: del barrio a la gloria, de la gloria a la ruina

12 enero, 2016
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Actualizado: 12 enero, 2016 0:00
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Comenzaron sus prometedoras carreras deportivas en barrios humildes, captados por ojeadores que visitan barrio a barrio en busca de una nueva estrella. De las canastas rotas, sin tableros, con las bandas callejeras de observadores pasaron a exhibirse en los principales pabellones y firmar con las mejores marcas contratos millonarios. Tras diez años en las pistas, los jóvenes vuelven a los barrios humildes donde nacieron tras dilapidar su fortuna. El recuerdo de su éxito se muestra en las fotos colgadas en redes sociales: gruesas cadenas de oro, cruces que cubren gran parte del pecho, anillos que ocupan la mano, coches, fiestas de lujo en locales de streptease, mansiones… Toda una vida soñada abocada a la quiebra financiera debido a la incultura financiera. Así acaban numerosos deportistas de élite y ganadores de los premios de lotería, pasaron de la nada al todo, y vuelta a la nada.

En EE UU existe una estadística que muestra que el 99% de los ricos no lo era diez años antes, pero una cosa es tener una fortuna y otra conservarla. Como ocurre en la élite, no basta con llegar en un momento determinado a la cima, sino que hay que tratar de mantenerse en ella el máximo tiempo posible. Ser rico en un día no basta para continuar siendo rico. De hecho, según las estadísticas, en menos de 10 años, los ganadores de los mayores premios vuelven a quedarse como estaban o en una situación peor a la anterior a la obtención del premio.

La probabilidad de arruinarse una vez llegada a la cima alcanza el 80%, es decir, 8 de cada 10 ganadores de un gran premio lo dilapida en menos de diez años. Un reciente documental llamado ‘broke’, elaborado por los expertos deportivos de la ESPN, muestra numerosos ejemplos de deportistas que han dilapidado toda su fortuna obtenida con el trabajo de una década. En el reportaje se muestra como el 78% de los jugadores de la liga de fútbol americano, NFL, está arruinado tras acabar su carrera deportiva, mientras que el 60% de los jugadores de la NBA termina en quiebra. En este caso: Dennis Rodman, Scotty Pippen o Allen Iverson son algunos de los ejemplos de jugadores que llegaron a tenerlo todo y ahora no tienen más que problemas financieros.

Pero en Europa, la situación no es muy distinta a la de EE UU. Son numerosos los ejemplos del fútbol europeo, como Paul Gascoigne o Christian Vieri. La LIGA española no está exenta, con Juanele como uno de los ejemplos.

Según el reportaje, el principal problema es la falta de una disciplina financiera. Y es que, las fiestas donde se tiran billetes de 100 dólares, o directamente se queman no es un buen consejo para reterner la fortuna.

Según los expertos consultados, en su mayoría asesores de deportistas, la incultura financiera se demuestra con la ostentación de grandes joyas, fiestas por todo lo alto, coches inalcanzables para la inmesa mayoría, casas de ensueño, todo tipo de artilugios que no sirven más que para decorar, habitaciones acondicionadas para preservar colecciones de zapatillas ultracaras, joyas…

Asimismo, se une el afán de abrir negocios o líneas de ropa que no tienen clientes. Los jugadores abrieron discotecas, concesionarios, restaurantes y lavados de coches, pero en pocos casos entran ingresos debido a una mala gestión y planificación del negocio.

Otro de los errores que cometen es poner casi todas las manzanas en la misma cesta. La falta de una diversificación de la cartera es un error cometido también por inversores novatos, mal aconsejados y que creen que lo saben todo debido al dinero que les respalda.

Según el asesor financiero Ed Butwosky, «sólo 1 de cada 30 o 40 de las inversiones en este tipo de negocios funcionan, y cuál es la probabilidad de que tu madre, tu amigo o tu tía tenga los conocimientos y la información precisos para saber que funcionarán». En este sentido, se fían del olfato para los negocios de amigos, sin entrar en si es o no un buen negocio, o si este será rentable. Un error que también se da en la Bolsa, cuando las acciones se compran por el ‘boca a boca’, sin fijarse en los fundamentales de la compañía, o si es una opción de cara al futuro. La mayoría pierde dinero.

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