Despiden a un profesor por ver vídeos porno en medio de clase
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha ratificado el despido de un profesor de la ESO de un colegio de Badajoz por ver vídeos porno durante un examen en clase.
Los alumnos también pudieron ver los vídeos porno y las páginas web de contenido sexual del docente porque el ordenador al que accedía a internet estuvo conectado al proyector de la clase durante aproximadamente 50 minutos durante el pasado 28 de febrero de 2014.
El centro educativo despidió al profesor, con 20 años de experiencia como docente, quien presentó un recurso, que ha rechazado el Tribunal.
Según recoge el auto judicial, que publica el periódico Hoy, el profesor mantuvo ocho conversaciones en la que se utilizaban términos sexuales e imágenes pornográficas, que pudieron ser vista por los 28 alumnos de Segundo de la ESO que estaban en el aula durante 50 minutos, tiempo en el que profesor no se percató en principio de que sus alumnos estaban accediendo a idénticos contenidos, ya que su ordenador estaba conectado al proyector que estaba instalado en la clase.
Una vez se dio cuenta de ello, el docente fue a hablar con el director del centro para decirle que había ocurrido algo «horrible» y también borró los datos del ordenador. A partir de entonces, el centro abrió una investigación en la que participaron la asociación de padres y el consejo, que concluyó con el despido del profesor por haber cometido una falta muy grave de deslealtad y abuso de confianza. También se le denunció en el juzgado de instrucción por presunta corrupción de menores, que no prosperó.
El profesor recurrió su despido y adujo que su conducta se debía a experiencias traumáticas de su infancia, según apunta el diario regional. Sin embargo, el Tribunal no tienen en cuenta dicho atenuante y considera grave su conducta teniendo en cuenta que los alumnos eran menores de edad y aclara aunque el profesor no se percatara de que las imágenes estaban siendo vistas por los alumnos no le exculpa sino que al contrario supone una negligencia. Aunque se admita la enfermedad, en ningún caso se justifica el acceso a este tipo de páginas sexuales durante un examen.