«La economía española está ganando impulso y ¿qué pasará con el IBEX 35?»
La economía española está en auge y eso se observa en las cifras macro que semana a semana tanto los organismos nacionales como sobre todo los internacionales, ponen de manifiesto.
La última estimación del FMI, realizada el 19 de enero de este año señala que la economía española crecerá 4 décimas más de lo previsto inicialmente, hasta el 2.7%. La duda está ahora en poder prever los efectos de que la incertidumbre política pueda ser trasladada a la economía, ya que por primera vez España tiene dificultades para formar un gobierno estable que aporte confianza a la economía en fase de recuperación, y la rebaja en el crecimiento de los países del entorno europeo podría frenar dicho crecimiento.
La economía española será por tanto la cabeza de la recuperación europea en los próximos años, junto con Alemania (1.7% de crecimiento para 2016) tanto en el presente como en los próximos años, con tasas por encima del 2.5%.
Queda ahora por ver los efectos que la brusca bajada del precio del petróleo y la situación norteamericana, con una esperada subido en los tipos, puedan desempeñar en la consolidación de la recuperación. La economía española es muy dependiente de las materias primas, sobre todo en lo relacionado a la energía, y particularmente el petróleo, por lo que si el barril continúa estabilizado por debajo de los 30 dólares, es un buen síntoma en el que apoyarse para incrementar la tasa de crecimiento y empleo.
Dos han sido los desencadenantes de la mejora española que comenzó en 2014 y ha proseguido con fuerza en 2016: por una parte, un incremento del consumo doméstico, sostenido durante todos los trimestres, que ha sido capaz de levantar la economía después de bruscas caídas desde 2009. También una fuerte mejora durante 2011-2013 de las exportaciones, en buena causa debido a la depreciación de los costes laborales; y una cima histórica de las cotas del turismo, superando los 55 millones de personas.
Esto se ha visto reflejado fuertemente en el incremento del empleo, con casi medio millón de personas más trabajando que hace un año, con la reactivación del sector servicios y testimonialmente el sector industrial y la vuelta de los inversores internacionales, alejados durante la crisis del euro y la deuda durante los primeros años de la crisis financiera.
El dólar es otra de las causas de la mejora en la economía española, ya que se sitúa en 0.90 euros por dólar, con estimaciones que preveían la paridad. Este hecho, acaecido fuertemente desde finales del verano, abarató los costes y la inversión desde el otro lado del atlántico, facilitando las transacciones con los BRIC.
Sin embargo, España aún tiene reformas que afrontar para poder corregir su mercado y la confianza, para dejar atrás la imagen de enfermo de Europa y poder de esta manera afianzar la recuperación y modelo productivo para los próximos 10 años, fijándose sobre todo en la todavía alta tasa de paro y la productividad.
De seguir así, España podría recuperar el tiempo perdido durante la depresión económica y alzarse como uno de los motores de Europa, con la vista puesta en la estabilidad de los condicionantes y las tendencias de los mercados de su lado.
Por otra parte, el IBEX 35 continúa con altibajos. Si bien se recuperó con fuerza durante la primera parte del pasado año, precedido de un gran 2014 para los mercados, la crisis en China y el freno de los bancos y constructoras continúan haciendo mella en el índice español, que ya pierde cerca del 10% en lo que llevamos de año.
A pesar de esta perspectiva, que ha supuesto que baje hasta los 8500 puntos, en niveles de 2013, los inversores auguran una subida media del 15%, sobre todo a partir del segundo trimestre, cuando se vea con mayor claridad el impacto de la bajada del petróleo así como los efectos de las medidas en China en cuanto a transacciones y el valor del yuan. Otra divisa, el dólar, cobrará fuerza en este año debido al impulso de la subida en los tipos de interés, donde la Reserva federal lleva tiempo esperando.
Es posible que el parqué español se recupere pronto y pudiera alcanzar, aunque con dificultad en el tiempo, los 10.500 puntos
Queda ahora por ver en este primer trimestre del año el resumen de todos los acontecimientos surgidos durante la segunda mitad y final del pasado año, donde los bancos, materias primas, constructoras y las energéticas se dejan gran parte de lo ganado en ejercicios anteriores. Los mercados europeos siguen muy pendientes de las bolsas asiáticas así como de la cotización del petróleo, dejando en duda las previsiones a corto plazo, después de que 2016 fuera designado como el año de la salida definitiva de la crisis en Europa, por el contrario, un año negro en Asia y Latinoamérica.