El crowdfunding inmobiliario, una apuesta segura para inversores y promotores en tiempos de crisis

La Covid-19 ha traído consecuencias en todos los sectores de la economía y el sector inmobiliario no ha sido ajeno a la pandemia, si bien en mucho menor grado que otros sectores muy perjudicados como la hostelería, el turismo o el comercio. No en vano, mucho se ha hablado y se habla del inmobiliario como valor refugio y no sin razón. Invertir en ladrillo siempre ha sido la mejor alternativa para aquellos que tenían un dinero ahorrado y querían asegurar su capital. Hoy por hoy sigue siendo la inversión por excelencia y el inmobiliario atrae las miradas de todos los inversores, nacionales y extranjeros.

Durante estos últimos tiempos han ido surgiendo nuevos modelos de inversión inmobiliaria, como el crowdfunding inmobiliario, una alternativa mediante la cual se unen varios pequeños inversores para hacerse con grandes proyectos desde pequeñas cantidades de dinero. Una tendencia relativamente nueva que, sin embargo, va ganando adeptos tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Este modelo de negocio que plantean plataformas de financiación participativa como Urbanitae está revolucionando la forma en la que los promotores inmobiliarios conectan con los inversores ya que el crowdfunding llega a cualquier rincón donde la rentabilidad es posible.

El crowdfunding ha llegado para quedarse; permite democratizar la inversión, y hacerla accesible a cualquier inversor. ¿Qué aporta este sistema de financiación participativa al sector inmobiliario? Sin duda, son muchas las ventajas que tiene tanto en una situación idílica de prosperidad como en épocas de crisis financiera, como la que podemos estar atravesando ahora.  Y prueba de ello es que en estos últimos meses, se han financiado proyectos en tiempo récord, como es el caso de una promoción residencial en Albacete que consiguió levantar 408.000 euros entre 118 inversores en menos de 3 horas, o se han abierto proyectos prime como una finca de lujo en el entorno de Casares, en Málaga, dentro del complejo Finca Cortesín de la mano de la promotora Caledonian. Y es que el crowdfunding aporta dos elementos fundamentales.

• Por un lado, ofrece financiación alternativa para proyectos inmobiliarios, ampliando las opciones que tienen las empresas del sector a la hora de financiarse y reduciendo la dependencia bancaria. También aporta flexibilidad a la hora de buscar esa financiación, ya que algunas plataformas no solo ofrecen financiación vía deuda, sino que también entran en el equity de la operación convirtiéndose de este modo en socios del promotor.
• Por otro lado, introduce una nueva manera de invertir en el sector inmobiliario que permite al ciudadano de a pie acceder a oportunidades inmobiliarias que normalmente solo están al alcance de los inversores profesionales, diversificar el capital y participar en diferentes tipos de propiedades, en varias ciudades e incluso países.

Todo el mundo sabe que la última crisis internacional se gestó por el problema de las hipotecas subprime. En España, la llegada de la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 frenaron el acceso a la financiación bancaria y en muchos casos, se cortó cualquier tipo de ayuda económica. Ese momento marcó un antes y un después, se endurecieron las condiciones para conseguir financiación, aumentó la regulación bancaria, cerraron muchas entidades y muchos proyectos, potencialmente rentables, se quedaron sin oportunidad de salir adelante con la financiación tradicional. Hasta que apareció la financiación alternativa y el crowdfunding inmobiliario. Ante una inminente crisis financiera como la actual, la financiación para inversiones inmobiliarias empieza a frenarse y las entidades bancarias están en alerta, son más prudentes y seleccionan mucho más en lo que van a operar.  En este escenario, el crowdfunding aporta ventajas para los promotores inmobiliarios. Ante la previsible restricción bancaria a la hora de financiar proyectos, el crowdfunding se erige tanto como una vía alternativa de financiación con deuda, como un posible socio financiero que aporta gran parte del capital necesario para llevar a cabo los proyectos. El crowdfunding ayuda también al promotor a crearse una base de inversores que le conocen e invertirán en sus proyectos de forma recurrente. Asimismo, ayuda en la comercialización de los inmuebles ya que muchos inversores acaban por adquirir la propiedad en la que han invertido un dinero. Por último, también, el crowdfunding favorece los contactos con posibles compradores institucionales.

Para los inversores, el sector inmobiliario es un valor refugio, un seguro a medio y largo plazo, y el crowdfunding le permite diversificar sus inversiones y sacar una rentabilidad al dinero teniendo un activo real. En definitiva, la estabilidad y la moderación que trae la inversión inmobiliaria a las carteras de ahorro e inversión ganan mucho atractivo en momentos como el actual. Teniendo esto en cuenta, y volviendo a todas las ventajas de invertir a través del crowdfunding, se trata de un excelente vehículo de inversión llamado a jugar un papel absolutamente rompedor en estos tiempos de cambios y de incertidumbre económica.