El Gobierno aprobará este viernes nuevos impuestos por 2.250 millones de euros
El Gobierno prevé aprobar en el Consejo de Ministros de mañana los proyectos de ley de los impuestos sobre transacciones financieras y sobre determinados servicios digitales, con los que espera recaudar unos 2.250 millones de euros.
Estos dos impuestos están enmarcados en la nueva fiscalidad planteada en el proyecto presupuestario para 2019 presentado esta semana en el Congreso de los Diputados, junto con el proyecto de ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude, que previsiblemente se aprobará más adelante.
El Consejo de Ministros ya aprobó estos tres proyectos normativos en octubre del pasado año como paso previo a su apertura a audiencia pública, que concluyó en noviembre.
Ahora, una vez que se aprueben los dos proyectos de ley relativos a nuevos impuestos, estos iniciarán su tramitación en las Cortes, donde pueden ser enmendados.
Según el borrador abierto a audiencia pública, el impuesto sobre determinados servicios digitales, que prevé recaudar unos 1.200 millones de euros, establece un gravámen del 3 % sobre los ingresos obtenidos por publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos generados a partir de información proporcionada por los clientes, lo que implica que queda exenta la venta de bienes o servicios contratados directamente. Este impuesto ya ha hecho replantearse a algunas compañías su estrategia en España, como Google.
El tributo se liquidará trimestralmente y solo se aplicará a las multinacionales tecnológicas que facturen más de 3 millones de euros en España y 750 millones en el resto del mundo, por lo que no afectará a las pymes, aunque muchas de ellas facturan sin problemas esos tres millones de euros.
La normativa prevé sanciones de hasta el 0,5 % del importe neto de la cifra de negocios del año natural anterior para las empresas que traten de ocultar la ubicación del usuario de esos servicios mediante el falseamiento u ocultación de la dirección de Protocolo de Internet (IP) u otras pruebas.
El impuesto sobre transacciones financieras, que prevé recaudar 850 millones de euros, consiste en un gravámen del 0,2 % sobre las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros, que cada año aparecerán recogidas en un listado que publicará el Ministerio de Hacienda.
La también llamada «tasa Tobin» no afectará a las salidas a bolsa, reestructuraciones empresariales, operaciones entre sociedades del mismo grupo ni cesiones temporales, según los borradores.
El encargado de liquidar el impuesto será el intermediario financiero, con independencia de la residencia de las personas o entidades que intervengan en la operación, con el objetivo de minimizar el riesgo de deslocalización.