«El parón político no ha afectado a la industria 4.0»

Mario Fernando Buisan, ha visitado el set de Capital Intereconomía en la feria Matelec y nos ha dado algunas claves para la “Implantación de Industria 4.0 en el sector alimentario”.

Mario Fernando Buisan,  Jefe de Gabinete de la Secretaría General de Industria y Pyme del Ministerio De Industria, Energía y Turismo ha opinado sobre la digitalización de las empresas: «Tratamos de apoyar y ayudar a las empresas españolas que quieren digitalizarse. No es difícil convencer al sector alimentario, pero es un camino que hay que hacer , y además con todos los sectores, es algo fundamental para que las empresas sean conscientes de lo que esta transformación supone».

«En la estrategia nacional, tratamos de sentar las bases del proceso de transformación digital. No es solo las ventajas que se derivan de la digitalización, si la pequeña empresa no se digitaliza posiblemente desaparezca del mercado. Ya no es una opción, si no lo va a pasar mal en los próximos años. Además tiene grandes ventajas, reducirá costes y mejorará los ingresos».

Herramientas para la digitalización

«Estamos elaborando una herramienta de autodiagnóstico, para saber cuál es su situación en cuanto a digitalización. Hemos lanzado un proyecto de asesoramiento, y desarrollamos una hoja de ruta. Y en tercer lugar una línea de financiación, a tipo 0 para ayudar a esa empresa a implementar su transformación digital con la cantidad que sea necesaria».

La gran empresa, más avanzada que las Pymes

«Las grandes empresas tienen una mayor conciencia de lo que esto supone, hay que impulsarlo más en las Pymes. Si no tienes internet con cierta potencia no puedes avanzar en este campo. En general hay un avance medio razonable, en otros sectores por su naturaleza vamoz avanzando, por ejemplo automoción o la aeronáutica».

Nuevo perfil de trabajador

«En cuanto a los nuevos trabajadores, hay dos puntos importantes, las nuevas generaciones tienen que tener esas capacidades digitales, y en segundo lugar los actuales trabajadores tienen que adaptarse y para ello hay que reciclarse. No se si creará o destruirá puestos de trabajo, pero los estudios son optimistas. No hay que tener ningún temor sobre los efectos en el empleo».