El PIB de Burgos crecerá este año un 1,5 por ciento, según Cajaviva Caja Rural

El PIB de Burgos crecerá este año un 1,5 por ciento, según Cajaviva Caja Rural

Prevé que será mejor el segundo semestre que el primero
16 enero, 2020
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Actualizado: 16 enero, 2020 16:35
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La economía burgalesa crecerá en torno al 1,5 por ciento este 2020, con un repunte en el segundo semestre del año. En concreto, durante los primeros trimestres del año el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se moverá en el entorno del 0,3 por ciento, incrementándose al 0,4 o 0,5 por ciento en los dos últimos, según el Boletín de Coyuntura Económica de Burgos, presentado hoy por Cajaviva Caja Rural.

El Indicador CRISEBU (Caja Rural Indicador Sintético de la Economía de Burgos) estima que durante el 2019 este crecimiento fue del 1,9 por ciento, ligeramente por debajo de lo que estima el Banco de España para el ámbito nacional, según explicaron el director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte; el coordinador del Boletín, José María Calzada Arroyo, y uno de los miembros del Equipo de Coyuntura de la Universidad de Burgos (UBU) encargado de elaborar este informe, Manuel Morquillas, en la presentación de este informe que Sobremonte calificó de “positivo y optimista” para la economía burgalesa.

Para Calzada, la razón de que la tasa anualizada de 2020 será del 1,5 por ciento se basa en la creencia de que “van a desaparecer varias de las incertidumbres de carácter nacional y global”, indicó, como pueden ser la desaparición de incertidumbres en ámbitos políticos.

Al respecto del PIB, Calzada quiso destacar también que “en ningún caso” considera que vaya a haber una recesión, sino en todo caso una “ralentización” , destacando que la economía burgalesa crece “un poco menos que la media nacional en datos del PIB”.

En este punto, quiso calificar de “más preocupantes”, los datos de la evolución del empleo, según la evolución de cotizantes en alta laboral en la Seguridad Social, especialmente en los dos últimos años. Al respecto explicó que según el informe, Burgos “no está generando empleo al nivel que lo está haciendo la economía nacional”, afirmando que desde que se inició la recuperación económica en 2014, la afiliación en Burgos se ha incrementado a un ritmo “muy inferior” a la media nacional.

Si a nivel nacional se ha recuperado el número de cotizantes previos a la crisis, en Burgos se ha incrementado en poco más de la mitad de los que se perdieron. Este menor ritmo de crecimiento es especialmente llamativo en el último año, donde apenas han incrementado en poco más de 500 personas en Burgos, un 0,4 por ciento más, frente al 2 por ciento a nivel nacional o el 1 por ciento a nivel regional. “Burgos ha pasado de un incremento de 3.357 afiliados durante 2017, a incrementar en 1.461 en 2018 y 529 en 2019”, añadió.

A estos datos ha contribuido, según explicó Calzada, el sector inductrial, que se ha visto “muy afectado” en la provincia debido a la ralentización del comercio mundial y del sector exportador por los conflictos comerciales, que ha afectado a importantes empresas exportadoras y especialmente por el cambio disruptivo que se está produciendo en el sector de automoción, de especial relevancia en la provincia.

Con respecto a la agricultura señaló, además, que este sector también ha contribuido con cifras negativas a los malos datos de empleo. En este punto indicó que se trata de un sector dominado por la explotaciones cerealistas, en constante reconversión desde la mitad del siglo pasado hacia menos número de explotaciones, más extensivas en superficie e intensivas en capital. Asimismo recordó que la crisis facilitó un cierto rejuvenecimiento de este sector y un mantenimiento del empleo, aunque se está volviendo a la tendencia de los últimos años.

Por otro lado, en relación a la construcción, el estudio pone de manifiesto que este sector tiene un comportamiento relativo “mejor”, pero también mejor que a nivel nacional. Además, el sector servicios tendrá un comportamiento “positivo”, aunque por debajo de la media nacional, y en términos relativos tiene un menor peso en el conjunto de la economía nacional.

Otro de los datos que calificaron de preocupante fue la evolución de los cotizantes autónomos, señalando que al contrario de lo que sucede a nivel nacional, donde se presenta un moderado incremento en el último año y un incremento significativo desde que se inició la recuperación, en Burgos y Castilla y León “se ha reducido el número de trabajadores autónomos”.

Por su parte, Manuel Morquillas, indicó que para la elaboración de este boletín se ha trabajado un periodo que va desde el año 2000 hasta el 2016, donde se han analizado tres etapas muy diferenciadas. En primer lugar un periodo de expansión económica, que va desde 2000 a 2007, el periodo de la Gran Recesión desde 2008 a 2013; y por último, la recuperación económica que tuvo lugar entre 2014 y 2016.

Las principales conclusiones que destacó de este estudio son, por un lado, la disminución del peso relativo de la agricultura, industria y construcción en el Valor Añadido Bruto (VAB) provincial en favor del sector servicios. Sin embargo, pese a ello, destacaron que en 2016, Burgos fue la provincia española con menor peso relativo del sector servicios en el VAB provincial.

Por otro lado, recalcó que en 2016, de cada 100 euros que se producían en Burgos, 33 eran generados por la industria, siendo la segunda cifra más elevada de España, solo por detrás de Ávila. Además, en este periodo analizado, se vio que ha aumentado el peso relativo del sector servicios en el empleo en Burgos, siendo de hecho el único sector que creó empleo neto en este periodo.

Asimismo, en el periodo que va desde 2008 a 2013, se produjo un ajuste “muy intenso” del empleo en Burgos, con una destrucción de algo más de uno de cada dos empleos en la construcción, casi de cuatro de cada diez en la agricultura y de uno de cada cinco en la industria. Por último, quiso remarcar también que en 2016 solo once provincias españolas, tenían un Coste Laboral Unitario (CLU) más bajo que Burgos, y solo ocho lo tenían más bajo en la industria.

El Equipo de Coyuntura de la UBU ofreció, además, una serie de propuestas con el objetivo de incrementar la productividad, como son un impacto de la mejora de las vías de comunicación sobre la producción y el empleo; la inversión en capital humano como factor esencial para los avances en la productividad; o el estudio de la relación entre la productividad y el tamaño de las empresas. Al respecto, Morquillas explicó que en una economía cada vez más globalizada, las microempresas tienen una situación de desventaja comparativa, y no pueden obtener todas las ventajas de la especialización y división del trabajo.

Asimismo, también hicieron referencia relación entre la productividad y la utilización de los contratos temporales, indicando que la utilización excesiva de este tipo de contratos no permite aprovechar al máximo las economías del aprendizaje necesarias para el avance de la productividad.

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