El ratio de endeudamiento, vital para conocer la salud de una empresa

El ratio de endeudamiento mide el riesgo de la financiación ajena que posee una empresa frente a su patrimonio. Está definido por un cociente matemático que representa el porcentaje total de la deuda que tiene un negocio con relación a sus recursos propios. Simplificando mucho es la relación entre lo que debe una empresa y el patrimonio que tiene. El ratio de endeudamiento, en el contexto actual de subida de tipos de interés, se hace más necesario que nunca para determinar la salud financiera de una empresa.

El ratio de endeudamiento es, por tanto, el cociente entre la cifra de acreedores y la cuantía de los fondos propios, su cálculo tiene en cuenta el valor neto de los fondos propios y el pasivo fijo (deudas y obligaciones que tiene una empresa a largo plazo) y/o el circulante (deudas y obligaciones que tienen una duración menor a un año).

El ratio de endeudamiento, aunque no contempla las inversiones de una empresa, si es clave en la toma de decisiones de gestión o de inversión, porque no solo deja ver el nivel de endeudamiento del negocio, sino también porque mide la capacidad real de una compañía para asumir posibles pérdidas. Este indicador muestra la estructura financiera de una sociedad al establecer una relación entre los recursos propios –accionistas– y los recursos ajenos –prestamistas-.

El endeudamiento ni es positivo ni es negativo y es necesario para acometer nuevos proyectos de inversión por parte de una empresa cuando el dinero de los accionistas no cubre esas necesidades o la propiedad no quiere recurrir a la financiación mediante ampliaciones de capital o OPV que pueden dar un vuelco en la composición accionarial de la empresa.

Eso sí, el riesgo es inherente al endeudamiento y cuanto más deuda se asuma, de la que hay que pagar sus intereses, más riesgo hay de incumplir con las obligaciones y acabar primero en el impago de los compromisos adquiridos y luego en un concurso de acreedores

¿Cuál es el ratio de endeudamiento ideal?

En el equilibrio está la virtud. El ratio de endeudamiento de una empresa no debe ser ni tan bajo que no le permita expandirse en nuevos proyectos ni tan alto que ponga en peligro su viabilidad. Las empresas debe usar el endeudamiento como una palanca de valor añadido que financie su expansión.

 ¿Y cuál es el ratio de endeudamiento ideal? Hay una norma general, pero con matices. El valor ideal se sitúa entre el 0,4 y 0,6. Si el ratio es superior, la empresa tiene excesivas deudas y está perdiendo su autonomía financiera. Si es inferior, la empresa puede tener un exceso de capitales propios.

¿Y los matices? Cada empresa es un mundo y tiene un ratio de endeudamiento diferente dependiendo de su capacidad para generar flujos de caja a presente y futuro. Una empresa recién constituida y con grandes posibilidades de expansión, como son, por ejemplo, las startups o las nuevas empresas tecnológicas suelen tener altas cantidades de deuda en sus primeros años porque están en un proceso de crecimiento, un crecimiento que se sustenta en más financiación externa. Mientras que una compañía consolidada que venda un producto que necesite poca innovación, probablemente tendrá un nivel bajo de endeudamiento.

Tampoco debe olvidarse los plazos de la deuda, que, permiten, igualmente analizar la salud y calidad de la deuda de una empresa. En principio, siempre es mejor un ratio de endeudamiento más alto a largo que a corto. Un deuda a largo plazo –ratio de endeudamiento a largo plazo-, además de requerir más tiempo para devolverla, suele ser más barata que un préstamo a corto plazo –ratio de endeudamiento a corto plazo-.