Emilio Contreras desvela el acoso y derribo que forzó la dimisión de Suárez

Madrid, 19 abr.- Adolfo Suárez decidió dejar la Presidencia del Gobierno después de 17 meses de desgaste psicológico y personal por una campaña de «acoso y derribo» en la que participaron algunos de sus más estrechos colabores, una etapa de la historia de España que el periodista Emilio Contreras revive en su último libro.

«Suárez. Acoso y derribo» es el título de esta obra (La Esfera de los Libros), fruto de las entrevistas que Contreras ha mantenido con multitud de colaboradores y funcionarios que vivieron de cerca esa etapa final del mandato del fallecido expresidente del Gobierno.

«En 17 meses, desde el 26 de febrero de 1979 al 23 de enero de 1981, lo que había sido una victoria electoral se viene abajo. Suárez vive un proceso de desgaste personal, psicológico, se siente solo y ha pasado de la popularidad y la fama a verse abocado a dimitir», ha dicho Contreras en el acto de presentación del libro.

Contreras ha relatado que cuenta con el «visto bueno» de todos los que ha entrevistado para arrojar luz en esa etapa de la historia de España, de la que, ha destacado, no se habló en los homenajes que se le tributaron cuando falleció, el 23 de marzo de 2014.

Además de esas entrevistas, el libro está respaldado por un trabajo personal «bastante árido», la lectura de más de 1.200 periódicos de ese periodo, que reflejan que la operación «de acoso fue implacable».

Contreras se centra en la soledad que produjo en Suárez que le fallaran algunos de sus más estrechos colaboradores, como Carmen Díez de Rivera, Fernando Abril o Miguel Herrero de Miñón.

El periodista recoge que, en una conversación telefónica grabada a Díez de Rivera, se le oyó decir que «con la derecha ya no se puede seguir» y que Suárez «sigue siendo un franquista».

De Abril destaca que en una conversación con el asesor económico del entonces presidente, Alberto Recarte, le planteó a éste la necesidad de su relevo, porque Suárez era «ya un arroyo seco».

En el libro se señala que Herrero de Miñón encabezó la operación de acoso y derribo, golpeó los portones de UCD hasta abatirlos y contribuyó a su dimisión. EFE