Bacoma, empresa del grupo ALSA para la que trabajaba la conductora de autobús que según la CGT ha sido despedida por «dolores menstruales», asegura que el despido está motivado por «la reiteración de faltas graves y muy graves» y no por «ser mujer», tal y como sostiene el sindicato.
En un comunicado remitido a EFE, la empresa de transporte de viajeros asegura que respeta «escrupulosamente los derechos de todos sus trabajadores y trabajadoras, sin que exista discriminación alguna por razón de género o cualquiera otro motivo».
Entre las faltas que Bacoma alude se encuentran «reiteradas reclamaciones de clientes ante el Servicio de Atención al Cliente, incluida una denuncia interpuesta por ‘supuesto trato desconsiderado’; hablar por el teléfono móvil mientras conduce; y el incumplimiento de los protocolos establecidos para las paradas.
«Como se ve, estos motivos nada tienen que ver con su condición de mujer, ni con el resto de las supuestas razones aducidas en el comunicado del sindicato CGT de Almería, del que la conductora despedida era portavoz. Este despido, comunicado al Comité de Empresa de Bacoma, quien ha considerado la medida como justificada», añaden.
El presidente del Comité de Empresa de Bacoma, filial de ALSA, se posiciona a favor de la empresa
El presidente del comité de empresa de la filial de ALSA, Bacoma, Julio Martos, ha confirmado en declaraciones a EFE que dicho organismo está «informado de todo» y ha negado la realidad de la denuncia pública de la CGT, sindicato del que además es representante en la provincia de Jaén.
«Todo son mentiras, aquí no hay discriminación por ser mujer o por tener la menstruación. Todo eso no se corresponde con la verdad», ha incidido.
Ha asegurado que la mujer nunca le ha trasladado como compañero que haya tenido que parar por dolores menstruales. «Aquí no se trata de defender a una mujer o a un hombre porque no hay discriminación laboral. Hay muchas mujeres trabajando y eso no se corresponde con la realidad», ha añadido.
Ha mantenido que, como miembro y enlace de la CGT, ha trasladado a este sindicato en Almería esta misma postura, sin éxito. «No puedo defender lo indefendible. No defiendo a la empresa, sino que defiendo la verdad», concluye.