Banco Santander propone el despido de 1.585 personas en servicios centrales

Banco Santander propone el despido de 1.585 personas en servicios centrales

08 noviembre, 2017
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Actualizado: 08 noviembre, 2017 14:44
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Banco Santander ha puesto encima de la mesa cifras para los EREs en la entidad y en Banco Popular. En total ha propuesto 1.585 despidos y la externalización de 575 empleados en los servicios centrales de Banco Popular, que serán recolocados en las divisiones de Santander Operaciones y Santander Tecnología.

Según fuentes sindicales presentes en la negociación a Intereconomía.com, el Banco Santander ha dado una cifra que se reducirá de forma «significativa» una vez empiecen las rondas de consultas. En este aspecto, señalan que son números provisionales y no definitivos, ya que aún está en marcha la negociación.

Prejubilaciones tras despidos, pero solo para mayores de 58 años

Las fuentes sindicales han apuntado que el Santander usará dos fórmulas para su ERE: bajas incentivadas y prejubilaciones, pero no de la forma a la que ha estado acostumbrado la banca, sino que serán despidos, con dos años de paro, y a la espera de fijar la indemnización, ya que se desconoce por ahora si serán a 20 días por año trabajado o incluso llegar a 40 días. A estas nuevas prejubilaciones solo tendrán acceso los mayores de 58 años, una minoría dentro de los servicios centrales de la entidad financiera.

Asimismo, las fuentes sindicales han destacado que las filiales donde se recolocarán los 575 trabajadores de Banco Popular han engrosado el personal durante los últimos años, por lo que no descartan un adelgazamiento de plantilla en un futuro.

Las cifras oficiales y sobre las que negociarán tanto Banco Santander como Banco Popular por separado se conocerán a partir del 16 de noviembre, cuando se inicie el período de consultas oficialmente, ya que hasta ahora son reuniones de toma de contacto y sondeo para conocer las intenciones de la entidad financiera.

Las negociaciones con los sindicatos continuarán en los próximos días, pero a partir del 16 de noviembre se abre ya el período de consultas formalmente. En la primera reunión, celebrada el pasado viernes, no se presentó cifra alguna, pero la entidad financiera mostraba la necesidad del ajuste para «realizar sinergias y mejorar la eficiencia del negocio combinado», y prometía que actuaría bajo el criterio de meritocracia, «con la idea de aprovechar el mejor talento de ambas entidades». Asimismo, aseguró que se hará «un esfuerzo especial para que las salidas que se produzcan» sean «en buenas condiciones, de acuerdo con los representantes de los trabajadores y aprovechando al máximo la movilidad interna hacia otras unidades del grupo».

Se sigue sin hablar de oficinas

Los sindicatos aseguraron este pasado agosto que plantarán una dura batalla por el ajuste de plantilla, en un sector que ha perdido cerca de 85.000 empleos durante la crisis. De hecho, pese a estos recortes las oficinas de Banco Santander y Banco Popular se solapan, como ocurre en numerosos municipios, donde las sucursales incluso llegan a compartir el mismo bloque de edificios. Como ejemplo, las oficinas en varias calles de Madrid, como la Avenida de Bruselas, con una distancia de apenas 60 metros, o en otras zonas, como la zona alta de Castellana, con hasta tres sucursales en menos de 100 metros.

Álvarez, no obstante, sí apuntó que el punto central de las negociaciones se centrarán en los servicios centrales. La entidad financiera de Botín aseguró que los planes de reestructuración se realizarían a finales de 2018 e incluso a inicios de 2019, pero podría adelantarse si se encuentra un acuerdo con los sindicatos antes. No obstante, la entidad financiera considera imprescindible que cualquier cliente pueda operar en cualquier sucursal, sea de Banco Popular, Pastor o Santander. “Mientras los clientes no puedan operar indistintamente en uno u otro banco, no se puede hacer un plan real”, afirma la entidad financiera.

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