Bankia provisionó más del doble de lo pedido por el Frob y contó con el aval de PwC
El expresidente de Bankia Rodrigo Rato se ha mostrado hoy satisfecho por haber dotado a la entidad de 13.000 millones en provisiones, más de lo recomendado por los organismos públicos y en un informe de la auditora PwC, y ha defendido que estos saneamientos se hicieran contra reservas y no contra la cuenta de resultados, como sucedió en todas las fusiones frías.
Según ha explicado Rato ante la sección cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, tras conocer la cifra de provisiones sugerida por el FROB, 6.300 millones, decidió contrastarla con otros dos informes, los cuales elevaban las exigencias, motivo por el que optó por pedir una tercera estimación a la firma PwC, que propuso contar con unos 11.000 millones de euros para hacer frente a futuros deterioros.
Finalmente, las provisiones «fueron de 13.000 millones de euros», ha indicado el exministro, que ha dicho que ésta fue la «única vez en la que los Consejos de Administración y las entidades no siguieron las instrucciones del FROB», de lo que se ha alegrado.
«Conscientes de lo que parecía un entorno sospechoso, fuimos a un escenario más conservador que el de PwC», ha aseverado Rato, que se enfrenta a penas de entre doce y cinco años de prisión por estafa a inversores de la salida a Bolsa y falsedad contable, sobre un informe que no se incluyó en la información proporcionada al mercado no porque fuera «secreto», sino porque «no era un informe oficial».
«Usted quiere que le diga que el informe de PwC era definitivo, y no lo era, era una apreciación realizada en un mes que no daba certeza al 100 %», ha puntualizado a la fiscal Carmen Launa.
Al respecto, ha sostenido que el grupo financiero informó de sus cuentas debidamente, incluso «que podían sufrir revisión en 2011, y que los activos inmobiliarios no eran líquidos porque el deterioro del mercado avanzaba a una velocidad mayor que a la que podíamos vender los inmuebles».
Sobre los saneamientos, Rato ha insistido en que la normativa del Banco de España «dejaba ajustar contra reservas» en los procesos de fusión fría, como el que en 2010 integró a Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, y las de Segovia y La Rioja, sin necesidad de pedir autorización expresa para ello.
Precisamente a la situación de una de ellas, Bancaja, y su participación en Banco de Valencia -intervenida más tarde por el Banco de España y hoy parte de CaixaBank- se ha referido en múltiples ocasiones la Fiscalía.
De la gestión de ambas entidades se ha desmarcado Rato, especialmente de Banco de Valencia, la cual ha aclarado que no formaba parte del proceso, por lo que no tenían que preocuparse, como así se lo trasladaron tanto el FROB como el Banco de España.