El BCE alerta de una caída de salarios por la baja inflación
El Banco Central Europeo (BCE) contanta el fracaso de su política monetaria y su Consejo le insta a reconsiderar la política monetaria en la reunión de marzo. El programa de compra masiva de deuda trata de aliviar los balances de los bancos para que trasladen el crédito a familias y empresas, pero la era de tipos bajos de interés ha estrechado tanto los márgenes que el dinero no sale de la caja bancaria.
Según las actas de la última reunión de política monetaria, que el BCE celebró el 21 de enero y publicadas este jueves, la inflación es más baja de lo esperado, al tiempo que espera nuevas caídas y se han incrementado los riesgos de segunda vuelta -que apunta que un incremento de inflación supondría una subida de salarios, pero también a la inversa-. El principal riesgo es que los efectos de segunda ronda incrementan a su vez la inflación, y ésta eleva a su vez los efectos, por lo que se entra en una espiral muy complicada de atajar. De esta forma, también se produce el efecto inverso, si cae la inflación, bajan los salarios y al disminuir éstos, también tendrían que bajar los precios al consumo, por lo que la espiral se convierte en un círculo vicioso.
Una inflación más baja de lo esperado, junto con una caída de las expectativas de inflación han incrementado el riesgo de efectos de segunda vuelta, es decir que se traspasen a los salarios, que en este caso bajarían. Por ello los miembros del consejo de gobierno del BCE consideraron que en una situación, en la que los riesgos son a la baja, es «preferible actuar preventivamente» que esperar a que estos riesgos se hayan materializado.
El BCE tiene como objetivo una tasa de inflación algo por debajo del 2% pero actualmente los precios suben en la zona del euro una media del 0,4%. El BCE recuerda que a comienzos de marzo dispondrá de las nuevas proyecciones macroeconómicas de crecimiento e inflación para la zona del euro que realiza su personal.
«Además, es necesario reafirmar que las tasas de interés permanecerán en el nivel actual o más bajo durante un periodo de tiempo prolongado», según las actas. La tasa de interés rectora, que el BCE cobra en las operaciones de refinanciación principales en la zona del euro, se sitúa en el mínimo histórico del 0,05%.
La tasa de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos a un día, es del -0,30%, y la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,30%.
Los mercados descuentan que el BCE volverá a recortar su tasa de interés de depósito en marzo, por lo que cobrará más a los bancos que depositen dinero en la entidad. El BCE consideró en la reunión de enero que «entretanto es necesario trabajar para asegurar que las condiciones técnicas tienen lugar para hacer disponibles para su implementación toda la gama de opciones de política monetaria».
Los miembros del consejo de gobierno del BCE consideraron apropiadas las medidas adoptadas a comienzos de diciembre del año pasado. El BCE prolongó hasta finales de marzo de 2017 las compras de deuda por valor de 60.000 millones de euros mensuales y decidió reinvertir el principal de los valores adquiridos que venzan el tiempo que sea necesario, lo que añadirá 680.000 millones de euros de liquidez al sistema para el 2019.
Esto contribuirá a que se mantengan en el mercado de dinero de la zona del euro unas condiciones de abundante exceso de liquidez durante un periodo de tiempo prolongado.
Asimismo la entidad monetaria destacó un aumento de «la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento de las economías emergentes, volatilidad en los mercados financieros y de materias primas y riesgos geopolíticos».