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Beneficio récord de más de 3.400 millones de Iberdrola con el bien básico de la luz

Beneficio récord de más de 3.400 millones de Iberdrola con el bien básico de la luz

26 febrero, 2020
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Actualizado: 26 febrero, 2020 11:36
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Iberdrola obtuvo en 2019 un beneficio neto de 3.406,3 millones de euros, un 13 % más que en 2018, con unas inversiones de 8.158 millones de euros, que marcaron un récord, al incrementarse un 32 %, ha informado este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Y todo ello obtenido en un mercado regulado por el Estado, como es el eléctrico, y comerciando con bien básico para la vida diaria de todos los ciudadanos como es la luz.

Estos resultados incluyen la plusvalía del acuerdo alcanzado por la eléctrica con Lyntia Networks para la cesión a largo plazo del derecho de uso de la capacidad excedentaria de la red de fibra óptica, por importe de 114 millones de euros, así como la venta de contratos de gas por 67 millones de euros y la exención de retención de impuestos en Estados Unidos por 123 millones de euros.

Excluidos estos efectos y otros, el beneficio neto crecería un 8 % en un año de recurso hidroeléctrico extremadamente bajo, ha indicado Iberdrola.

El resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 8,1 %, hasta los 10.104 millones de euros, apoyado en el buen comportamiento de los negocios de redes y de generación y clientes, pese a la menor producción eléctrica.

Con estos resultados, la remuneración al accionista de 2019 crece un 14 % respecto a 2018 y se sitúa en 0,40 euros por acción, al proponer el consejo de administración a la próxima junta de accionistas el pago de un dividendo complementario de 0,232 euros brutos por título, que se suma al dividendo a cuenta de 0,168 euros brutos abonado el 5 de febrero.

El margen bruto creció un 5,4 %, hasta 16.263,4 millones de euros, y el resultado bruto de explotación (ebit) se situó en 5.877,2 millones, un 8 % más.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dicho que los resultados reflejan la visión estratégica y la capacidad de ejecución de la compañía, que la han permitido anticiparse en veinte años a la actual transición energética, y que la compañía «demuestra año a año que su modelo de negocio sostenible crea valor para los accionistas, los empleados y la sociedad en su conjunto».

Esta muy claro que la transición energética la están pagando los consumidores, mientras las compañías eléctricas como Iberdrola llenan su caja comerciando con un bien básico como es la luz.

De cara a 2020, Iberdrola espera, gracias a unas inversiones de más de 10.000 millones de euros, que su beneficio crezca en la parte alta de un dígito, manteniendo una política de dividendos crecientes, y augura que ese ritmo de crecimiento se mantendrá en los ejercicios siguientes.

La compañía prevé invertir más de 10.000 millones de euros a lo largo de 2020, un 40 % más que la media de los últimos tres años, lo que se traducirá en hasta 4.000 nuevos megavatios (MW) de capacidad instalada, un 8 % más, y en un incremento de en torno al 4 % de la base de activos regulados.

En 2019 Iberdrola llevó a cabo desinversiones que le han permitido completar con antelación su plan de rotación de activos por importe 3.500 millones de euros para el periodo 2018-2022.

Además, ya en 2020 Iberdrola ha vendido su participación en Siemens Gamesa por 1.099,5 millones de euros, una operación que le ha reportado una plusvalía de 485 millones de euros.

Iberdrola hizo inversiones en 2019 por valor de 8.158 millones de euros, de las que un 44 % se destinaron a redes y un 41 % a renovables, lo que le permitió finalizar el año con 5.500 nuevos MW instalados (cinco veces la capacidad media anual instalada en los últimos ejercicios).

Por negocios, el de redes obtuvo en 2019 un ebitda de 5.262,2 millones de euros, un 7,1 % más, impulsado fundamentalmente por el buen comportamiento de Brasil y Reino Unido.

En el área de generación y clientes, el ebitda se incrementó un 21,1 % y superó los 2.468 millones de euros en 2019, gracias a la contribución de alrededor de 2,6 gigavatios (GW) de nueva capacidad de generación instalada en México durante el año, el aumento de la producción en España y la mejor evolución de las actividades de comercialización y servicios digitales.

Sin embargo, el ebitda del negocio de renovables cayó un 2,4 % respecto a 2018, pues la mayor producción eólica de la compañía en el mundo no pudo compensar totalmente la baja producción hidroeléctrica, especialmente en España.

La deuda financiera neta ajustada de Iberdrola al finalizar 2019 era de 37.769 millones de euros (un 10,4 % más), con un incremento de 3.620 millones respecto al año anterior, principalmente por la implementación de la norma contable IFRS 16, que ha supuesto 1.652 millones más y el fuerte proceso inversor.

No obstante, el ratio deuda neta/ebida bajó una décima, al pasar de 3,7 veces en 2018 a 3,6 veces en 2019. 

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