El beneficio de Técnicas Reunidas se hunde un 54,4% en 2017

El beneficio de Técnicas Reunidas ha caído un 54,4% en 2017 respecto al 2016, hasta los 59 millones de euros. La compañía lanzó un profit warning en noviembre del pasado año.

La depreciación del dólar, y el retraso o cancelación en varios proyectos fueron las causas de este desplome en el beneficio. Asimismo, los ingresos se incrementaron en un 6%, hasta los 5.068 millones de euros, según el hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El resultado neto de operaciones que continúan ha caído un 54,3%, hasta los 64 millones de euros, mientras que ha pasado a registrar pérdidas financieras netas de 6,9 millones, frente al beneficio de 4 millones de 2016. Los números rojos se deben «a unas pérdidas en las transacciones en moneda extranjera de 6 millones, al haber sufrido el dólar una depreciación del 14% frente al euro desde inicios de 2017», según ha explicado la compañía.

Por contra, el impuesto sobre los beneficios pasó de 53,2 millones en 2016 a 27,2 millones en 2017. Según la misma fuente, el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha desplomado un 42,2%, hasta 121,9 millones, a cierre del pasado año.

El ebit ha caído un 47,7%, hasta los 100,4 millones, lastrado por el incremento de los costes derivado del retraso en el inicio de grandes proyectos, y por los sobrecostes de proyectos en fase avanzada de construcción «con alta incertidumbre» sobre la posibilidad de recuperarlos en la actual coyuntura de crisis.

Los ingresos de la división de petróleo y gas crecieron el 0,4%, hasta 4.281,5 millones, y los de generación de energía, el 72,8% (684,3 millones). De cara a 2018, la compañía prevé unas ventas de entre 4.300 y 4.600 millones de euros, con el impacto del retraso en el comienzo de proyectos ya adjudicados.

Año complicado en Técnicas Reunidas por la cancelación de proyectos

Para el consejero delegado de la ingeniería, Juan Lladó, 2017 fue un año «complicado» para Técnicas Reunidas por la cancelación de proyectos en Latinoamérica y el retraso en la firma y lanzamiento de los proyectos de Oriente Medio.

Ante esta situación, tomaron la decisión estratégica de mantener «intactas» sus capacidades fundamentales de ingeniería y gestión de proyectos, a pesar del impacto que pudiera tener en los márgenes de la compañía la menor utilización de estos recursos, ha explicado Lladó.

En su opinión, dicha decisión fue acertada, a lo que ha añadido que han comenzado 2018 con una cartera superior a los 10.000 millones de euros y con capacidad para lanzar durante el primer semestre nuevos proyectos adjudicados por valor de unos 6.000 millones de dólares.

«En lo que llevamos de 2018, estamos viendo un mayor volumen de proyectos a los que licitar y estamos recibiendo más invitaciones a ofertar en nuevos proyectos, en comparación con años anteriores», ha asegurado el ejecutivo.