El candidato independista de UGT propone afiliar a los parados

El candidato independista de UGT propone afiliar a los parados

29 febrero, 2016
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Actualizado: 29 febrero, 2016 0:00
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El candidato a la Secretaría General de UGT y líder del sindicato en Cataluña, el independentista Josep María Álvarez, propone ahora que los parados no paguen cuotas al sindicato, pero mantendrán la afiliación, y por tanto los privilegios. Con esta maniobra el sindicato maquillaría las cifras reales de trabajadores afiliados al sindicato, que se ha reducido a la mitad durante la crisis económica.

En su programa pretende aumentar la afiliación, desplomada durante la crisis. Para ello, propone «mantener el alta en el sindicato» a los parados y que hayan perdido la prestación. «Con eso no vamos a ganar ingresos porque no pagarán, pero seremos capaces de ver si la baja de afiliados se corresponde con la credibilidad del sindicato o con la crisis económica», justifica. De esta forma, maquillaría las cifras de cara a mantener la representatividad.

En esa estrategia de abrir el sindicato para que sea más participativo, Álvarez no contempla las elecciones primarias que, a su juicio, no se corresponden con «la tradicional manera de actuar» de las organizaciones sindicales.

El aspirante a liderar UGT no esconde sus preferencias independentistas en una entrevista a Efe. Se vuelve a mostrar a favor de un referéndum, y afirma que esta consulta no tiene nada que ver con la separación o la ruptura de España «aunque haya personas que lo quieran equiparar». No obstante, Álvarez solo se hacía la foto con plataformas que lo exigían y votarían a favor de la ruptura, como Òmnium Cultural.

Asimismo, quiere eliminar «zonas oscuras, que ponga luz donde no había«, que sea transparente y honesta, y considera que en ese proceso de revisión profunda está inmerso «todo el país, no sólo la UGT».

Álvarez explica que la organización que quiere liderar, tras el 42 Congreso Confederal -el del relevo de Cándido Méndez-, planteará un Plan de viabilidad donde la relación del sindicato con las administraciones sea transparente, «que se publiquen todos los convenios que se firmen, su cuantía económica, las personas que se van a contratar y el trabajo que se va a hacer».

Álvarez, que ha sido el último de los tres aspirantes en oficializar su candidatura, insiste en que el objetivo de su programa es «poner blanco sobre negro» en la Ejecutiva, en las federaciones y en las uniones territoriales, «y que se gestionen los recursos con plenas y absolutas garantías».

El candidato también pide convocar a los agentes sociales, a la patronal y a las universidades para que se lleve a cabo un plan estratégico con la industria.

El responsable de UGT en Cataluña detecta «cierta insatisfacción» por la manera en que se hacen los debates en el sindicato y aboga por una organización más participativa, donde «las grandes decisiones» de la Ejecutiva Confederal se tomen con la consulta y el voto de afiliados y delegados.

El responsable catalán también entiende que la presentación de su candidatura a la Secretaría General contribuye, de alguna manera, a aumentar la participación y el debate. «Ahora que hemos abierto el debate sería el momento de sentarnos los tres candidatos y cerrar una candidatura conjunta. Sería positivo», añade. Álvarez no descarta que haya pacto esta semana, incluso la que viene o en el propio Congreso. «Soy de los que creen que todos somos necesarios y este proceso requiere mucho diálogo y mucho talante», dice.

Sin embargo, en esa fusión de candidaturas, Álvarez deja claro que él llevará la suya «hasta el final» porque tiene un «soporte mayoritario«, «ganas de cambio y el aval de más del 50 % de los delegados». «Hemos esperado mucho para presentar oficialmente la candidatura porque queríamos tener garantías», explica, pero también dice que no es persona de poner líneas rojas, «y menos con los compañeros de sindicato».

«Las líneas rojas valen para la vida política pero no para un sindicato. Quien tiene que ganar el 42 Congreso es el conjunto de la organización», precisa. Álvarez está convencido de que el 11 de marzo, «cuando los delegados y delegadas decidan quien es su secretario general», no verán como «elementos determinantes» su edad -60 años- o su comunidad de origen -Cataluña-.

«Cataluña no es un hándicap y tampoco la edad», dice, e invita a «revisar» las edades a las que se presentaron los anteriores secretarios generales. Sobre el tema catalán, Álvarez insiste en que nunca ha tenido discrepancia, y asegura que «España y Cataluña tienen más cosas en común de las que quisieran los dirigentes políticos».

Asegura que, por coherencia, mantendrá esta posición si es secretario general de UGT y puntualiza que en su recorrido por España explicando su programa nadie le ha preguntado por ese asunto. Finalmente, el candidato hace un balance positivo de la gestión de Cándido Méndez, a quien califica de «personaje extraordinario». No obstante, entiende que en el proceso para ocupar la Secretaría General no ha actuado de forma equilibrada y ha mostrado sus preferencias por un candidato, en referencia a Miguel Ángel Cilleros. «Yo me quedo con el Méndez de hace un año con el que he compartido la defensa de los derechos de los trabajadores», añade.

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