El consejo asesor de Endesa, plagado de independentistas

El consejo asesor de Endesa, plagado de independentistas

12 septiembre, 2016
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Actualizado: 12 septiembre, 2016 21:16
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Endesa, una compañía eléctrica que vive única y exclusivamente del mercado de la Península Ibérica, especialmente del español tras el expolio de sus negocios internacionales por parte de Enel, creó en 2011 el Consejo Asesor «con 13 personalidades del mundo social, empresarial e institucional con el objetivo de garantizar la interlocución de la compañía con la sociedad catalana», según la propia eléctrica presidida por Borja Prado.

Este órgano es consultivo y está copado por independentistas catalanes, incluido el ex líder de UGT en Cataluña ahora líder de UGT España, Josep Maria Álvarez, de la que es miembro también la vicepresidenta del Parlament, Neus Munté.

De los 13 consejeros asesores sólo uno, el dirigente de UGT, no ha nacido en Cataluña, sino en Asturias. De los 13 asesores de Endesa, hay 9 de ellos con un claro perfil independentista del que hacen gala. Son estos:

David Madí Cendrós, nacido en Barcelona en 1971, es un conocido de la Administración catalana en las Consejerías de Interior, Economía y Finanzas y Presidencia. Abandonó todas sus responsabilidades políticas en enero de 2011, justo después ser jefe de gabinete de Artur Mas, presidente en funciones de la Generalitat. Mandí llegó a vaticinar para estas elecciones la mayoría absoluta de Junts pel sí, pero los resultados fueron bien distintos, con una derrota electoral de 9 escaños, ya que JxS es la suma de CDC con ERC.

Josep Maria Álvarez Suárez es el histórico líder de UGT en Cataluña desde 1994 que luego ha dado el salto a la dirección del sindicato socialista tras la jubilación de Cándido Méndez. Se se ha manifestado en favor de un referéndum independentista en Cataluña y avalado varias actuaciones separatistas.

Germà Bel Queralt, diputado ahora de Junts pel sí, es catedrático y escritor. Ha sido diputado en el Congreso por Barcelona con CiU y ahora JxS le rescató para la política autonómica. Es uno de los hombres que gira las puertas entre el ámbito privado y público. Bel es uno de los participantes de ‘Endavant’, el documental separatista de Issona Passola, financiada por la ANC para fomentar el voto favorable a las formaciones separatistas.

El imputado Carles Sumarroca Claverol por el caso Pujol, ha tenido el cargo de vicepresidente de COMSA-ENTE, y no duda de que la independencia es el camino para Cataluña. Los registros en su domicilio de la Guardia Civil se produjeron a finales de octubre.

Albert Mitjà Sarvisé, ingeniero industrial natural Arenys de Munt (Barcelona) en el año 1954, es miembro de CDC, partido que pide abiertamente la secesión con España.

Imma Tubella Casadevall es columnista en el diario separatista Punt Avui bajo el título Ara és l´hora -Ahora es la hora-, cuyas campañas prometen más y mejores beneficios con la ruptura con España.

Joan Majó Cruzate, ingeniero industrial nacido en Mataró (Barcelona), pese a ser socialista, se pasó al nacionalismo con polémicas declaraciones.

Joan Hortalá, presidente de la Bolsa de Barcelona, fue secretario general y consejero de Industria de la Generalitat en la etapa del tripartito con ERC.

Javier Basso Roviralta ha sido concejal en el Ayuntamiento de Barcelona por CiU.

Endesa nació, con cargo a los presupuestos generales, es decir, con cargo al bolsillo de los contribuyentes, de la incorporación de las distintas empresas eléctricas regionales públicas como Fuerzas Eléctricas de Cataluña (Fecsa) una compañía que terminó quebrada y absorbida por Endesa, Sevillana, Electra del Viesgo, Ribagorzana, etc. Su nombre significa Empresa Nacional -en referencia a España y no a Cataluña- de Electricidad, Sociedad Anónima, y pertenecía a la SEPI, Sociedad Española de Participaciones Industriales, cuyo precedente por el Instituto Nacional de Industria creado para el desarrollo industrial español en 1941 por el General Franco y con el que acabó Felipe González en el año 1995.

Endesa dejó de ser una multinacional eléctrica española, que creció en gran parte gracias al dinero público, cuando en el año 2014 traspasó Enersis a Enel, que pagó a Endesa con el propio dividendo extraordinario que abonó a sus accionistas tras la venta de la chilena. De los 8.253 millones en los que se tasó la operación, la pública italiana Enel recuperó el 92% y se quedó, por tan sólo 660,24 millones, con una de las compañías más saneadas y rentables de Iberoamérica.

 

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