Cox Energía se hace con Abengoa dejando fuera a Acciona y Urbas
La sección tercera del Tribunal de Instancia Mercantil número 3 de Sevilla ha adjudicado a la compañía española Cox Energy los activos y pasivos de las sociedades de Abengoa en concurso, descartando otras ofertas, como las de Urbas o la portuguesa RCP. Culmina así un proceso que comenzó en el 24 de noviembre de 2015 cuando Abengoa anunció que solicitaba el preconcurso de acreedores, tras el fracaso en la búsqueda del capital necesario para seguir funcionando. Los accionistas de la compañía lo han perdido todo, excepto el «familiar» de Josep Borrell, actual responsable de Exteriores de la Unión Europa y exministro socialista, que fue multado por la CNMV por vender acciones usando información privilegiada antes de la quiebra e la compañía sevillana.
En un auto con fecha de este martes, el juez valora el compromiso y disposición de Cox Energy, al aportar liquidez en el transcurso del proceso para la adjudicación de los activos en concurso, así como que no pone condiciones a los créditos intragrupo, y afirma que su oferta «es la más favorable al interés de los concursos».
Con esta decisión se pone fin a un proceso que comenzó cuando el Fondo de Solvencia, que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), descartó conceder a Abengoa la ayuda que solicitó, con lo que la matriz, Abengoa SA, pasó a liquidación, mientras que una treintena de sociedades se ponían a concurso en el que otras compañías podían presentar ofertas por ellas o por el conjunto.
Cox Energy aportaba en su oferta, que mejoró, 3 millones de euros para adquirir la unidad productiva, además de proporcionar hasta 15 millones -de los que ya ha desembolsado 2,5 millones como financiación interina y depositado 5,5, millones-, al mismo tiempo que se comprometía a mantener la actividad y el empleo de la unidad productiva, cifrando en 9.505 los trabajadores.
En el auto también se valora que Cox Energy aporta además negocio, que, aunque no sea el principal de Abengoa, es complementario, y que tiene «accionistas relevantes y solventes» firmantes de una línea de financiación de 50 millones, 20 de ellos ya aportados.
Cox Energy, una compañía centrada en el negocio de renovables, también asume litigios de las sociedades concursadas, con el compromiso de abonar el 50 % de lo recuperado al concurso, un 30 % para los acreedores privilegiados y un 20 % para el concurso.
Asimismo, asume créditos contra la masa concursal por un mínimo de 8 millones (5 millones por financiación interina, de los que ha aportado 2,5 millones, y 3 millones del 20 % de las cantidades percibidas por los litigios asumidos) y se compromete al pago de 50 millones de créditos de proyectos y concesiones en ejecución.
En el perímetro de lo que se ha adjudicado, se incluye un proyecto de Abengoa Inovación para Navantia, que precisa autorización y su transmisión queda sometida a la concesión de la misma.
URBAS, LA PREFERIDA POR LOS TRABAJADORES
La oferta de Urbas, una empresa del sector inmobiliario y cuya oferta era la preferida por los trabajadores, comprendía el abono de 2,92 millones de euros, con la posibilidad de incrementarlo hasta 500.000 euros en caso de resolución favorable de un pleito de una sociedad.
Urbas se comprometía al mantenimiento de la actividad y del total del empleo (11.354 trabajadores, de los que 2.572 dependen de la resolución del citado pleito).
El juez cita entre los motivos para no escoger la oferta de Urbas en que su ratio de solvencia es bueno para el sector inmobiliario, pero no para el de los activos con los que se pretendía hacer, y que los avales que dice tener para la actividad de las sociedades de Abengoa son las que tiene para la suya propia.
En cuanto a la oferta de RCP, que presentó tres, una de las cuales mejoró, ofrecía un precio de 35 millones (el 20 % para créditos contra la masa concursal), incluía el mantenimiento de toda la actividad y el empleo, y contaba con el apoyo del fondo privado Sinclair.
El juez señala que era la oferta más atractiva, pero le faltaba información y concreción sobre el plan de negocio, la forma de instrumentar la adquisición, la financiación y el negocio a aportar, además su solución para los créditos intragrupo no era viable, pues ponía como condición que las sociedades del grupo renunciaran a ellos.
Otra oferta, la de Nox Engineering/Terramar, se comprometía a aportar 5 millones de euros, distribuidos entre las diferentes sociedades, y se comprometía a mantener 7.400 empleos.
El auto del tribunal indica que esta oferta no explicaba lo previsto respecto de los acreedores financieros prestadores de las garantías de proyectos en ejecución, necesaria para el mantenimiento de la actividad, así como la capacidad de obtener nuevos avales, y pedir la renuncia de las sociedades a los créditos intragrupo.
En el caso de la oferta de Ultramar Energy, de 20 millones de euros y el mantenimiento de 5.066 empleos, no fue objeto de mejora y, además, Siemens Energy, con cuyo apoyo contaba, se desvinculó.
Además de esas ofertas globales mencionadas, también se presentaron otras individuales por algunas unidades productivas: Abengoa Agua y Abengoa Water International, una filial extrajera; Inabensa France, y Bioenergía Brasil.
Las ofertas fueron presentadas por Acciona Agua, IV3 Aqua Corporatión, Voltan Technical Services, Elecnor Servicios y Proyectos, y dos personas físicas.
Algunas de las ofertas ofrecían cantidades mayores que las globales, pero el juez no ve que sea comparable con lo que supone estas últimas para el mantenimiento de la actividad y el empleo, por lo que considera que ninguna se muestra «como la más favorable al interés del conjunto de los concursos».