Duro Felguera, en «causa de disolución» y a la espera de un acuerdo para evitarlo
Duro Felguera ha presentado sus cuentas dos semanas después de lo previsto. En ellas muestra hasta en cinco ocasiones que está en «causa de disolución», de la que espera salir una vez se complete la ampliación de capital para tener el favor de la banca acreedora. Se desploma un 11% debido a las cuentas y la dilución de la ampliación.
La industrial asturiana espera que el proceso de restructuración de su deuda con las principales entidades financieras llegue a buen término. «Las negociaciones prevén un mantenimiento de un tramo de deuda sostenible en torno a 85 millones de euros y la conversión de otro tramo de deuda en acciones y/u opciones convertibles».
Asimismo, «se negocia el acceso a una nueva línea de financiación adicional de 25 millones de euros y línea de avales para nuevos proyectos por un total de hasta 100 millones de euros». Las conversaciones, según ha asegurado, avanzan a «un ritmo satisfactorio y en los términos indicados, si bien el posible acuerdo estará ligado a la realización de una ampliación de capital«, que provocará una fuerte dilución a los accionistas actuales.
Paralelamente, ha contratado a una agencia de valores «el sondeo y búsqueda de inversores para la captación de una ampliación de capital de hasta 125 millones de euros, siendo las perspectivas actuales positivas sobre el desenlace de la ampliación».
Según Duro Felguera, con estas dos medidas se reforzará la estructura patrimonial, «solventando la causa de disolución», y se dará la «solidez financiera necesaria para continuar con el curso normal de sus actividades». En este sentido, ha recordado que se ha firmado el pasado 16 de enero «una nueva extensión del citado acuerdo de “stand still” con un vencimiento máximo el 15 de abril de 2018».
Pérdidas de 245,5 millones en 2017
El futuro de Duro Felguera depende así de la aceptación a su ampliación de capital y de encontrar nuevos inversores para reflotar la compañía. Según la propia compañía, Duro Felguera ha registrado unas pérdidas de 254,5 millones de euros frente a los 18,2 millones de 2016.
Las ventas de la multinacional, que recientemente ya había advertido del deterioro de sus resultados al informar de las negociaciones con la banca para reestructurar deuda y ampliar capital, bajaron el 12%, hasta 624 millones. El resultado bruto de explotación (Ebitda) arrojó unos números rojos de 173 millones, frente a la ganancia de 8,5 millones de 2016. La deuda al cierre del ejercicio se situó en 271,9 millones, lo que supone un aumento anual de 47 millones.
La contratación durante el ejercicio alcanzó los 576 millones de euros, un 7,8% menos que en 2016. Asimismo, la cartera se redujo un 47,2%, hasta 1.161,8 millones una vez «revisada en base a los plazos de concreción de los proyectos».