El beneficio de las empresas españolas cae por primera vez desde 2012

El beneficio de las empresas españolas cae por primera vez desde 2012

29 noviembre, 2019
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Actualizado: 29 noviembre, 2019 16:38
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El beneficio ordinario de las empresas no financieras, el menos volátil, ya que no incluye los resultados no recurrentes, descendió un 1 % en los nueve primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2018, la primera caída desde 2012, según los datos de la Central de Balances del Banco de España.

Este descenso contrasta con el crecimiento del 5,1 % que se registró entre enero y septiembre del pasado ejercicio. A menor beneficio empresarial, menos empleo y menos impuestos, por tanto, menos ingresos para el Estado en un momento de aumento del déficit.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha explicado que la actividad de las empresas no financieras sigue expandiéndose, pero «se perciben señales de desaceleración».

Según la entidad, los datos de la Central de Balances muestran «una desaceleración generalizada por sectores, tamaños e indicadores».

No obstante, el Banco de España constata que las empresas españolas están mejor preparadas ahora ante una posible crisis que en 2008.

Arce ha destacado que el «fuerte esfuerzo» realizado por las empresas durante los últimos años para reducir su endeudamiento «ha permitido aumentar su capacidad de resistencia ante posibles perturbaciones negativas».

Sin embargo, persisten situaciones de vulnerabilidad en algunas partes del sector empresarial.

De hecho, el porcentaje de empresas vulnerables ha repuntado en lo que va de ejercicio.

En cuanto al conjunto de la economía española, Arce ha avanzado que, según los indicadores conocidos hasta ahora, la desaceleración «no está yendo a más» en el cuarto trimestre.

Arce ha explicado que la economía está creciendo a ritmos «no muy distintos» a los del tercer trimestre.

El beneficio de las empresas no financieras se redujo un 44,5 % en los nueve primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2018 por las elevadas plusvalías contabilizadas el pasado ejercicio y por las minusvalías y deterioros registrados en el actual.

Entre enero y septiembre de 2018, esos resultados extraordinarios habían disparado el beneficio un 52,3 % interanual.

El resultado económico bruto de la explotación -similar al ebitda (beneficio bruto de explotación)- disminuyó un 1,6 %. Un año antes, había crecido un 3,8 %.

El valor añadido bruto (VAB) -al que aún no se han restado los gastos de personal- creció un 0,5 %, porcentaje sensiblemente inferior al 3,7 % registrado entre enero y septiembre de 2018.

Por sectores, destaca el descenso del VAB de la industria (9 %), lastrada sobre todo por el subsector del refino de petróleo (35,2 %) y, en menor medida, por los de productos minerales y metálicos (19,5 %) y productos informáticos y electrónicos (18 %). En sentido contrario, el VAB del sector energético creció un 6,6 %.

El importe neto de la cifra de negocio de las empresas no financieras descendió un 1,2 %, frente el crecimiento del 7,6 % contabilizado en los tres primeros trimestres de 2018.

Los gastos de personal aumentaron un 2,9 % hasta septiembre, por debajo del 3,7 % en igual periodo de 2018.

Esta moderación se debe a la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las plantillas (un 0,6 % frente al 2 % de los nueve primeros meses del año pasado).

Hasta septiembre, el porcentaje de empresas que amplió su plantilla fue del 48,9 %, 2,8 puntos porcentuales menos que un año antes.

Por el contrario, la remuneración media subió un 2,2 % entre enero y septiembre, por encima del 1,6 % del mismo periodo de 2018 y el mayor aumento desde 2008.

La relación entre la deuda y el activo neto de las empresas repuntó en los nueve primeros meses del año, ya que se situó en el 43 %, un punto porcentual más que doce meses antes. 

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