El cambio legislativo de Sánchez para que la banca pague el IAJD sólo es papel mojado

Los Bancos suben con fuerza en el IBEX 35 porque saben que el anuncio de Pedro Sánchez de cargarles el IAJD es sólo papel mojado. Hay muchas formas de que ese impuesto, que gestionan las autonomías, desde el 1,5% de Cataluña o Andalucía hasta el 0,5% de Madrid, lo terminen pagando los clientes, como ya adelantó la propia patronal bancaria.

Los bancos han ganado hoy en bolsa más de 3.700 millones tras la decisión del Supremo de que los clientes sigan pagando el impuesto sobre las hipotecas y a pesar del anuncio del presidente del Gobierno de un cambio legislativo para que ese coste lo asuman los bancos.

La subida de los bancos -que pesan casi un 31 % en el IBEX- explica el aumento del selectivo español en 179 puntos (un 1,99 %) hasta los 9.167,90 puntos, y se justifica también porque con la decisión de ayer del Supremo se cierra el debate sobre la retroactividad del pago del impuesto, que preocupaba sobremanera a los inversores.

Si ayer los bancos valían en bolsa 148.723 millones de euros, hoy suben hasta los 152.460 millones, con un aumento de la capitalización de 3.737 millones.

Los mayores aumentos en las cotizaciones bancarias al cierre de la sesión han sido para CaixaBank, que ha subido un 4,38 %; seguido de Sabadell, un 2,50 %; Bankinter, un 2,42 %; Santander, un 2,41 %; Bankia, un 1,79 % y BBVA, un 1,73 %. Fuera del IBEX, otros bancos medianos han subido también: Liberbank, un 5,33 % y Unicaja, un 1,23 %.

La decisión anoche del Tribunal Supremo de mantener la carga del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) sobre el cliente y no sobre el banco, como había sentenciado este mismo tribunal a mediados de octubre, -que sorprendió incluso a las propias entidades- ha sido recibida con compras en la bolsa, una vez que los inversores entienden que se han despejado incertidumbres.

Así, en la apertura, los bancos llegaron a marcar subidas por encima del 3 % e incluso superiores en momentos puntuales al 13 % (Sabadell), que se moderaron algo a mediodía, antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que mañana el Consejo de Ministros aprobará un real decreto ley para que sean los bancos los que asuman ese impuesto.

Sánchez pasa desapercibido

El anuncio del presidente Sánchez, que tanto emociona a su partido, el PSOE, como a Podemos, Ciudadanos o PdCat, apenas hizo mella en las cotizaciones de los valores bancarios, evolución que los analistas creen que significa que al final este coste se trasladará, en el formato que sea, a los clientes. Y así lo advirtió hace unos días la banca.

Preguntado la semana pasada José María Roldán, presidente de la patronal AEB, sobre si la banca encarecerá las hipotecas si tiene que pagar el IAJD, afirmó que «no hay ninguna industria que venda a pérdidas, ni la de los muebles, ni la bancaria, ni la telefonía».

«Cuando te aumentan los costes tienes que pensar si los precios a los que estás ofertando tu producto te siguen permitiendo recuperar esos costes».

«En términos generales», ha insistido, «si hay un aumento de costes tiene que haber una reconsideración de la política comercial de las entidades», aunque dependerá de cada una y en general «del grado de competencia del sector, que sigue siendo muy fuerte».

1.150 millones de euros anuales para las autonomías

El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha calcula que en España se firman cerca de 460.000 hipotecas anuales, sobre las que recae un impuesto medio de AJD de 2.500 euros, con lo que la factura total será cercana a los 1.150 millones.

A pesar de la recuperación de hoy, todos los grandes bancos cotizan estos días algo por encima de sus mínimos anuales, que tocaron cuando a mediados de octubre se conoció la sentencia del Tribunal Supremo que les cargaba el impuesto y que le llevó a perder en tres sesiones unos 8.200 millones en capitalización bursátil.

A la espera de ver cómo se concreta el Decreto que ha anunciado el Gobierno, fuentes de la dirección general de Estabilidad Financiera del Banco de España han señalado que los cambios en el mercado hipotecario tienen consecuencias económicas en los precios y en el volumen de hipotecas, por lo que «hay que valorar si esas consecuencias son las buscadas o no».