El metal, transportes, el automóvil, el campo… el otoño caliente del Gobierno PSOE-Unidas Podemos
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ve como la conflictividad laboral se dispara en España bajo el Gobierno de PSOE-Unidad Podemos. EFE/ Javier Lizón

El metal, transportes, el automóvil, el campo… el otoño caliente del Gobierno PSOE-Unidas Podemos

19 noviembre, 2021
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Actualizado: 19 noviembre, 2021 16:12
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El conflicto laboral más importante que se vive estos días en España es el del metal en Cádiz, pero hay otros sectores que tiene previstas movilizaciones y paros que pueden llegar a paralizar la economía española, en una recuperación cogida con alfileres donde las cifras del Ejecutivo de PSOE-Unidas Podemos presidido por Pedro Sánchez no cuadran con ningún organismo internacional ni nacional, ni público ni privado. El más importante de estos conflictos es el de los Transportes que puede afectar gravemente a la campaña de Navidad.

El metal arde en Cádiz

Los sindicatos de los trabajadores del metal de Cádiz han advertido hoy de que su lucha, una huelga indefinida para exigir que los trabajadores mantengan el poder adquisitivo, se está convirtiendo en «un referente» para otros sectores y territorios del país, un factor que «nos obliga a levantarnos» y a no abandonar su batalla sin conseguir sus demandas.

«Hay un movimiento nacional pendiente de lo que está pasando», ha asegurado el secretario provincial de Industria de UGT, Antonio Montoro, que ha explicado que muchos otros sectores se están planteando por qué han abandonado la lucha por conseguir que sus salarios se actualicen de forma consolidada con el IPC y firman convenios colectivos con subidas del 1 % de los sueldos.

Montoro y el secretario provincial de Industria de CCOO, Juan Linares, han explicado hoy en rueda de prensa los motivos por los que rechazaron anoche la última propuesta de la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA), que ofreció hacer una subida fija del 2 % en 2021, 2022 y 2023 y al final de este último año darles una paga que compensara el dinero que hubieran perdido en estos tres ejercicios con las revalorizaciones del IPC de cada uno de ellos.

Además de que esta propuesta no consolidaba de forma permanente revalorizar los salarios con el IPC, los representantes sindicales desconfían de ella.

Están, dice, cansados de «incumplimientos» de los convenios colectivos como «hemos denunciado muchas veces» y, además, dicen que no se garantiza esta paga para los trabajadores eventuales, el 75 por ciento de los 26.000 operarios del sector del metal que hay en Cádiz.

«Qué trabajador reclama luego esa cantidad para que no le vuelvan a llamar», han cuestionado los sindicalistas.

Los representantes sindicales han criticado que las grandes empresas como Navantia o Acerinox, cuyos trabajadores se rigen por convenios propios, no hagan «nada para arreglar este conflicto» cuando «tienen mucho que decir porque son los pagadores de las industrias auxiliares del metal de Cádiz», ha indicado Linares.

Tras asegurar que en Cádiz «no se hacen barcos sin las empresas auxiliares», Linares ha pedido a las empresas tractoras «empatía con los trabajadores de las industrias auxiliares» y que intervengan para solucionar el conflicto

«Hay otros actores que no están en la mesa y que deben de tomar partido, que también tienen responsabilidad de lo que está pasando en esta provincia», ha insistido, para pedir también que la política «mueva ficha».

Tras señalar que volverán a la mesa de negociación en cuanto se les llame, los sindicatos, que han convocado una manifestación para el próximo martes, han anunciado que las calles seguirán «vivas». «Nos están intentado cansar», ha subrayado Antonio Montoro, que ha encuadrado el conflicto en «una guerra del capital contra el trabajo».

Montoro ha subrayado que va a pelear porque el convenio colectivo que él tiene la responsabilidad de negociar ahora no sea peor que el que él heredó de su padre. «Tengo dos hijos y no quiero dejarles menos de lo que a mi me dejaron», ha subrayado.

Los sindicalistas han insistido en que llegarán «hasta donde nos digan los trabajadores».

Han señalado que no creen que nadie esté de acuerdo con «ninguna acción violenta», pero «hay que ponerse en la piel» de los trabajadores de Cádiz. «Hay que vivir en Cádiz, padecer en Cádiz, y luchar en Cádiz», ha subrayado Montoro para explicar porque los operarios tienen «la cabeza caliente», en una provincia «harta de promesas», con un 24 por ciento de paro y en la que «la industria se muere».

Su objetivo, han insistido, es «cerrar esto cuanto antes» este conflicto «sin más insultos a los trabajadores del metal» y volver a trabajar ya con un convenio «justo y digno», ha insistido Montoro.

Los transportistas aseguran que no hay diálogo con el Gobierno mientras la ministra de Transportes afirma que es fluido

Los transportistas niegan en rotundidad las afirmaciones de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que confía en que la huelga de transportistas prevista para finales diciembre no se acabe materializando, porque desde el ministerio tienen «contactos frecuentes» y mantienen una relación fluida y cordial de diálogo con el sector y que, desde hace tiempo, están trabajando con un plan de impulso a la sostenibilidad del transporte por carretera. Los transportistas, sin embargo, dicen todo lo contrario.

El presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Ovidio de la Roza, ha denunciado las malas condiciones de trabajo de los camioneros y el aumento de costes que han llevado a la convocatoria de paros los días 20, 21 y 22 de diciembre que a día de hoy no ve posible desconvocar por la falta de diálogo con el Gobierno.

Así lo ha afirmado De la Roza durante el VII Foro de Transporte Multimodal que se celebra en Gijón para abordar temas como el pacto vede europeo, el impacto del Brexit o la sostenibilidad en el transporte de mercancías.

“Si me dices si va a ser posible levantar ese paro, yo diría que no”, ha afirmado De la Roza, que ha asegurado que los transportistas han llegado a esta situación obligados para ser escuchados por el Gobierno.

Los transportistas, que desean mejores condiciones de trabajo y la adopción de medidas ante los disparados costes, solo ven como solución a los paros que el Gobierno central les convenza del avance “de forma satisfactoria” en los puntos en los que llevan planteando desde hace años.

Las reivindicaciones se resumen en diez puntos que pasan por la oposición a que los conductores realicen labores de carga y descarga, poner fin a las largas esperas en factorías o medidas ante los costes del gasóleo.

De la Roza ha denunciado que los transportistas hace un año eran “héroes” ya que trabajaron durante la pandemia de covid-19 sin provocar desabastecimientos y ahora parece que son “villanos” que no son atendidos por el Gobierno.

La ministra, Raquel Sánchez, no ha tenido ninguna reunión con el comité nacional de transportes, ha denunciado el presidente, que ha señalado que a partir de ahora sí va a tener que atenderles.

El automóvil protestará en las calles de Madrid

Trabajadores de la industria del automóvil se desplazarán el lunes a Madrid en una veintena de autobuses para exigir al Ministerio de Industria que actúe con firmeza ante los cambios que afectan a la cadena de la movilidad, ha informado este jueves CCOO Industria.

El sindicato explica que quiere llamar la atención sobre la situación que atraviesa la industria del automóvil por la crisis de los semiconductores, la dificultad en el aprovisionamiento de materias primas, los problemas logísticos y el proceso de electrificación de la movilidad.

Además, CCOO señala que es necesario evitar que se cierre la división de parabrisas de Pilkington, empresa de componentes del automóvil con planta en Sagunto (Valencia).

Sus trabajadores, tras manifestarse en Madrid el lunes, protestarán por el centro de la localidad valenciana un día después.

CCOO recuerda que la empresa alemana Mahle, que produce piezas para automóviles, anunció ayer que presentará un expediente para acabar con 343 empleos y cerrar su planta en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

El sindicato explica que los problemas en la industria se extienden a otros sectores, además de al de la automoción, como el del Metal.

En Cádiz, los sindicatos convocaron una huelga indefinida contra la pérdida de derechos y la merma del poder adquisitivo, y a medianoche de este jueves, ha empezado en los polígonos industriales de la provincia de Alicante otro paro general para exigir un convenio digno.

Además, en Toledo el miércoles un centenar de delegados sindicales del sector se manifestaron ante la sede de la patronal.

Las conserveras de Vizcaya confirmaron ayer, miércoles, que harán huelga el 30 de noviembre.

En la industria cárnica, los sindicatos han anunciado huelgas para el 25 y 26 de noviembre, y del 3 al 8 de diciembre, a la espera del resultado de la mediación en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). 

El campo anuncia movilizaciones en diciembre por su falta de rentabilidad

Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han anunciado este jueves nuevas movilizaciones en diciembre ante los problemas que atraviesa el campo, como el aumento de los costes de producción y la falta de rentabilidad agraria.

Los agricultores y ganaderos han lanzado un #SOSrural con una serie de protestas cuyas fechas se concretarán próximamente, aunque han adelantado que algunas de ellas coincidirán con el paro de los transportistas, previsto del 20 al 22 de diciembre.

Las protestas se celebrarán en distintos puntos del territorio nacional y no se descarta una gran manifestación en Madrid con el objetivo de denunciar que la supervivencia de los productores y del medio rural español está en peligro «por una confluencia de motivos», según un comunicado conjunto de las organizaciones.

Entre las causas, Asaja, COAG y UPA destacan que los costes de producción se han disparado a niveles «nunca vistos», después de que la energía eléctrica se haya encarecido un 270 % en el último año y el gasóleo que usan los tractores, un 73 %.

Además, los precios de los piensos para el ganado han subido un 30 %; los abonos, un 48 %; los plásticos para invernaderos, un 46 %; el agua, un 33 %; y las semillas, un 20 %, según denuncian los productores.

Además, las organizaciones han denunciado que los consumidores están pagando más caros los alimentos mientras que en el campo siguen sin cubrir sus costes, por lo que han reclamado un reparto «más justo» del valor de los alimentos en la cadena alimentaria.

Han pedido una reunión urgente con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y un apoyo «firme» de las administraciones a todos los niveles, con la puesta en marcha de un plan que «salve» al sector primario y la articulación de medidas fiscales, económicas y políticas que protejan la producción de alimentos.

La convocatoria se realiza después de que a principios de 2020 los agricultores y ganaderos salieran a las calles de todo el país pidiendo precios dignos, en unas protestas que se paralizaron semanas más tarde por la pandemia. 

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