El PSOE, a favor de la reforma laboral del PP, vota en contra de recuperar los 45 días por despido improcedente

Cuando Pedro Sánchez estaba en la oposición y desde que fue elegido secretario general del PSOE aseguraba: «Lo primero que hará el PSOE será derogar la reforma laboral de Rajoy para recuperar los derechos de los trabajadores». Pues bien, la reforma del PP no se derogó en junio de 2018, cuando se hizo con el poder mediante una moción de censura a Rajoy sin pasar por las urnas. No fue hasta su segunda legislatura, ya en 2021, y por la presión de Unidas Podemos cuando accedió a una reforma de la reforma laboral del PP, que no a su derogación, aprobada en el Congreso por un error de un diputado del PP. Hoy, el partido que lidera, ha votado a favor de mantener una de las medidas estrellas de la reforma laboral del PP de 2012, que no era otra que rebajar la indemnización por despido de 45 a 33 días por año trabajado. Los despidos por ERE también se mantienen en 20 días por año trabajado y un año máximo de salario.

El Gobierno ha mostrado su división en el Congreso respecto a la recuperación de la indemnización de 45 días por año trabajado para el despido improcedente, ya que el grupo parlamentario socialista se ha opuesto a la moción presentada por ERC, mientras que Unidas Podemos ha votado a favor.

La moción del grupo republicano -tumbada por el pleno del Congreso este jueves con los votos en contra de PSOE, PP y Ciudadanos, entre otros- reclamaba en primera instancia recuperar los 45 días que fueron rebajados a 33 días con carácter general en la reforma laboral del Gobierno del PP de 2012.

El diputado Jordi Salvador i Duch defendía durante el debate de la moción el miércoles que después de recuperar los 45 días se tendría que abrir el debate sobre la necesidad de establecer indemnizaciones verdaderamente disuasorias para el despido improcedente y que supongan un resarcimiento real para el trabajador afectado.

En este sentido, la diputada de Unidad Podemos Aina Vidal aseguraba que su grupo votaría a favor porque el objetivo final ya no puede ser volver a un modelo de 2012 «que ya no es válido».

Por parte del grupo socialista, la diputada Mercé Perea reconocía que la reforma laboral de 2012 «fue funesta», pero echaba en cara a ERC el haber votado en contra de la reforma de 2021 y el presentar una moción con el único objetivo de «significarse y confrontar».

Según Perea, la moción ha sido «un subterfugio» para que ERC pudiera «blanquear» su voto en contra de la reforma laboral del Gobierno de coalición, una oposición que a los socialistas aún les «chirría».